Uno de los principales argumentos a la hora de comprar un SUV, además de por su estética robusta y mayor espacio para los ocupantes en el interior, es su capacidad para sortear los obstáculos urbanos y hacerlo además con una mayor comodidad.
Esto precisamente es lo que ha querido transmitir Land Rover con su última campaña publicitaria en la que un Range Rover Evoque es capaz de sortear un resalto, pero no uno cualquiera. Más que para reducir la velocidad, esta mole de dos metros de altura es una barrera infranqueable para cualquier coche en Londres, hasta que aparece un Evoque por allí y lo supera sin mayor dificultad.
Por si lo de la jungla urbana se nos va de las manos
Y es que sí, hay ciertos ayuntamientos a los que se les ha ido absolutamente la mano en nuestro territorio, incumpliendo las dimensiones especificadas por la normativa a la hora de determinar la forma y la cantidad de estos elementos de seguridad.
En la Orden FOM/3053/2008 se recoge específicamente que los reductores de velocidad de hormigón también conocidos como pasos de peatones sobreelevados no deberán tener más de 10 cm de altura y una longitud no inferior a seis metros (parte alta de 4 metros y rampas de 1 a 2,5 metros). En el caso de los "lomo de asno" de forma circular tendrán un máximo de 6 cm de altura por 4 metros de largo.
Obviamente, y pese a que la normativa lleva vigente desde 2008 puso como límite el año 2010 para la modificación de los resaltos existentes no sujetos a la normativa, aún es fácil encontrarse con obstáculo que no cumplen ni de lejos con las dimensiones especificadas y que juegan en contra de nuestra comodidad al volante y de la mecánica de nuestros vehículos.
El vídeo del Range Rover es una suerte de sátira, pero que bien podríamos encontrar en las calles gestionadas por algunos consistorios españoles.
