Lo que os traemos a continuación es un sleeper con todas las letras. Esta denominación anglosajona se utiliza para identificar a aquellos coches de apariencia modesta por fuera, prácticamente inidentificables por mantenerse fieles a las líneas del coche de serie, pero que por dentro son unos auténticos matagigantes.
Se trata de un Subaru Impreza LX de 1994, un coche sin aparentemente demasiadas pretensiones pero que bajo su capó esconde una monstruosidad firmada por GotitRex que dispara la potencia de su propulsor hasta más allá de los 700 caballos y la línea roja a casi 12.000 revoluciones por minuto. Saluda a Betty.
Más de 700 CV pero la caja de cambios de serie
El especialista australiano en STi he hecho la mejor de sus magias sobre el motor bóxer de cuatro cilindros EJ y ha optado por acortar la carrera de los pistones para hacer que el motor suba de vueltas a lo loco, además de haber metido un salvaje turbo Garrett GTW3884.
Por lo demás no debe quedar demasiado del bloque original, porque las piezas internas (cigüeñal, bielas, pistones, cilindros, culatas...) habrán sido totalmente retocadas para aguantar tanta potencia, además de incluir nuevos sistemas de admisión y escape, inyección y electrónica a medida porque gestionar una estirada que casi toca las 12.000 rpm no es moco de pavo.
Lo curioso es que no es un coche de carreras ni de demostración, es un prototipo con el que el preparador experimenta y ha conservado la caja de cambios de cinco marchas original, por lo que los desarrollos no son ideales, pero es impresionante ver cómo en tercera marcha ya alcanza los 225 km/h.
Dos telediarios le quedan a esa transmisión, pero es algo con lo que Gotitrex ya cuenta.
