Ah, Brasil... Tierra de samba, tierra de playas paradisíacas, y tierra en la que un señor que se preocupa por si atropellan a los suyos con un Opel Corsa que surca las arenas cual corcel de anuncio de la chica de Terry improvisa un sistema de frenado remoto a base de pedazo de piedraca arrojadiza.
Esto sucedió en Blue Beach, una preciosa playa de Pitimbu, localidad que queda en la costa sur del estado de Paraiba. En Blue Beach está prohibido irrumpir en la zona que ocupan los bañistas a bordo de un vehículo, aunque a los dos ocupantes del Corsa no pareció preocuparles mucho esa circunstancia, tal y como podemos ver a continuación:
La pregunta es si no había un método de concienciación que fuera un poquito menos agresivo con el pobre coche que el empleado por este tipo.