Aprovechando la renovación del Toyota Aqua, un compacto que solo se vende en Japón, la firma nipona ha querido presentar en sociedad las novedosas baterías que equipa.
Y es que es este híbrido es el primer vehículo -y además compacto- que equipa una batería bipolar de níquel-hidrógeno: son más compactas, proporcionan más potencia y una mayor autonomía en modo eléctrico. Palabra de Toyota.
Mayor rendimiento y un aumento de la potencia de salida
En las baterías bipolares de níquel-hidrógeno se aplica un cátodo a un lado del colector de corriente y un ánodo al otro; varias de estas estructuras, que se conocen como electrodos bipolares, se apilan para formar una batería.
En comparación con las baterías de níquel-hidrógeno no bipolares, explica la firma nipona, las versiones bipolares constan de menos colectores de corriente y otros componentes, lo que les permite ser más compactas.
Así, es posible apilar un mayor número de celdas en baterías bipolares de níquel-hidrógeno que en baterías no bipolares de níquel-hidrógeno del mismo tamaño como las que equipaba la generación anterior del Aqua, un equivalente a nuestro Toyota Yaris.
Estas baterías, patentadas en 1971 en los EEUU, utilizan hidrógeno en forma gaseosa, que se almacena en la celda a una presión de 82,7 bar.
Además, dado que las baterías bipolares tienen una mayor área de superficie activa y una construcción más simple, existe una menor resistencia dentro de la propia batería.
Esto permite flujo de corrientes más grandes, lo que conduce a una mayor salida.
Según asegura Toyota, la batería bipolar de níquel-hidrógeno que equipa el nuevo Aqua tiene una potencia aproximadamente dos veces mayor que la batería no bipolar de níquel-hidrógeno equipada con la generación anterior.
Una tecnología prometedora para unos vehículos -los híbridos- que tienen los días contados.
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