De los Tesla se suele mencionar su autonomía, muy superior a la de sus posibles rivales, y aceleraciones de infarto. De hecho, en el segmento de los coches eléctricos es casi de lo único de lo que se habla, dejando de lado los motores. Sin embargo, son un componente tan primordial como las baterías. ¿Qué hay dentro de un motor de Tesla? ¿Cómo es un motor eléctrico? En What's Inside decidieron abrir uno para averiguarlo en persona.
La manera de abrir el motor es bastante destructiva aunque han intentado hacerlo de forma ordenada, con herramientas y siguiendo una cierta lógica. Vamos, que no han usado una sierra circular para abrirlo en canal.
A grandes rasgos, los motores eléctricos funcionan usando la rotación electromagnética descubierta por Faraday. Dos imanes se rechazan o atraen en función de cómo alineamos sus polos. En un motor eléctrico, se usa la electricidad para crear campos magnéticos que se opongan entre sí, de este modo la parte giratoria, llamada rotor, se mueve, frente a la parte estática, llamada estator.
Y viendo como son por fuera los motores eléctricos, la mayoría de los mortales imaginamos que en esos cilindros del tamaño de un tambor de lavadora están las bobinas de cobre y demás. Pues nada más lejos de la realidad.
Nos quedamos en la transmisión
Al abrir la unidad motriz de un Tesla Model S vemos que uno de los cilindros está repleto de circuitos y placas. Esto es lo que vendría a ser el controlador del motor en el que se incluye el convertidor estático de potencia o inversor (son pura electrónica).
Entre los dos cilindros, llegamos a lo que en ocasiones llamamos de forma errónea la caja de cambios. Es básicamente la transmisión de una única marcha, de piñón fijo y que también a veces llamamos reductora. Es lo que permite que las ruedas giren a una menor velocidad que las revoluciones del motor. Obviamente, como toda transmisión necesita ser refrigerada y lubricada, de ahí el refrigerante azul y el aceite que caen al abrir esa parte de la unidad motriz.
Y ahí acaba el vídeo. Es decir, no han abierto propiamente dicho el motor. Nos quedamos sin ver el bobinado del motor y sus imanes. Aun así resulta interesante acercarse a al arquitectura de una unidad motriz de coche eléctrico en general y en particular de Tesla.
Y es que no podemos olvidar que los motores eléctricos, aunque sean ya de por sí muy eficientes, todavía tienen margen de desarollo. Marcas como Tesla y el grupo Hyundai lo demuestran con sus productos. Hyundai y Kia, por ejemplo, utilizan motores síncronos de imanes permanentes, que son más caros que los asíncronos.
El bajo consumo de esos motores es uno de los factores que permite al Hyundai Kona tener una autonomía de 482 km con una batería de 64 kWh, cuando modelos de otros fabricantes a duras penas llegan a los 400 km con una batería de 90 kWh.
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