El servicio postventa de Tesla suele ser objeto de crítica de los propietarios, entre otras cosas, por el elevado coste que suelen conllevar las reparaciones (incluso si son menores o por defecto de fábrica). Esto ha generado tal hartazgo, que muchos clientes incluso han acabado por demandar a la compañía de Elon Musk.
Además, en EEUU los Tesla son coches más caros de asegurar que algunos modelos de mayor prestigio. El fabricante llegó a crear su propia compañía de seguros con el objetivo de solucionar este problema, pero ahora aquellos que conduzcan su Tesla por la noche de forma habitual se enfrentan a un nuevo dolor de cabeza.
Cuanto más tiempo conduzcas por la noche, más seguro pagas
El problema de los elevados costes de mantenimiento para los dueños de un Tesla en EEUU no es nuevo. Muchos propietarios llevan años batallando con lo que bien podría parecer un monopolio de piezas y servicios al margen de la normativa (diferente a la europea) que eleva las facturas de reparación. A lo que, en consecuencia, hay que añadir los costes del seguro.
No son pocas las aseguradoras que han llegado a considerar siniestro total un Tesla por daños menores. Ejemplo de ello son algunos Model Y con poco kilometraje dados de baja con simples daños en la carrocería que han terminado en una subasta por considerarse “caros de reparar”.
En gran medida, el problema de base ha sido creado por la propia compañía, por el diseño, el software o lo complicados que son algunos de los elementos de sus coches, como por ejemplo los complejos faros LED, que no se pueden reparar en caso de avería, sólo se puede cambiar todo el grupo óptico. Más disponibilidad de recambios, también rebajaría las facturas.
En respuesta, Tesla creó su propia aseguradora para reducir costes (Tesla Insurance) para rebajar costes, y según The Drive, muchos propietarios de Tesla en EEUU se han cambiado a este servicio en los 12 estados donde se ofrece el seguro de Tesla.
Sin embargo, no siempre es oro todo lo que reluce, y el servicio se está convirtiendo en un nuevo dolor de cabeza para los propietarios de un Tesla que conducen habitualmente por la noche. Y es que el seguro pondera en gran medida el tiempo de conducción para calcular la prima del propietario, basándose en el indicador gamificado "Safety Score" integrado.
Utilizando datos en tiempo real de la telemática del automóvil, Tesla puede registrar comportamientos como frenazos bruscos, giros agresivos, exceso de velocidad, no respetar la distancia de seguridad, etc. Los datos que se generan se utilizan para calcular la prima del vehículo según el comportamiento de conducción: cuanto más agresivo seas al volante, más pagas por el seguro a final de mes.
Uno de los indicadores que más pesa en la ‘puntuación final’ del Safety Score de un conductor es la frecuencia con la que se conduce el vehículo entre las 22 h de la noche y las 4 de la madrugada. De hecho, Tesla afirma que “puede llegar a pesar hasta un 15,2 % del total”. Y aunque la prima para los que conducen entre las 22:00 h y las 23:00 h es relativamente elevada, cuando llegan las 2:00 h de la madrugada se dispara.
Esto podría estar relacionado con cuándo se producen más accidentes de tráfico, pues si atendemos a las estadísticas de la NHTSA de 2021, aunque en realidad se producen más siniestros durante el día (68 %) en EEUU, la mayoría de accidentes graves que se saldan con víctimas mortales (el 54 % del total) ocurrieron durante la noche.
Sin embargo, son muchos los conductores de Tesla que por sus circunstancias (trabajar de noche o tener que salir muy temprano, entre otros) están poniendo el grito en el cielo por las elevadas primas de seguro a las que se tienen que enfrentar.
Muchos apuntan a que, aparte de las tarifas personalizadas para su seguro, Tesla también ha habilitado tarifas que varían según el país y el uso horario en el que se utilicen sus Supercharger.
Esto que permite al fabricante cobrar más o menos por la electricidad suministrada en sus estaciones de carga dependiendo de la hora del día en que se enchufan, siendo más barata por la noche (como sucede aquí). Esto hace que para los propietarios de Tesla en EEUU sea más barato cargar su coche cuando más caro les sale conducirlo.