Hubo un tiempo en el que los coches alcanzaban velocidades cercanas a los 400 km/h en las 24 Horas de Le Mans. De hecho, el récord absoluto de velocidad lo ostenta Roger Dorchy, quien en 1988 alcanzó los 405 km/h al volante del Peugeot WM P87 en carrera. Eran épocas distintas, coches muy potentes y sobre todo, la larga recta de Mulsanne antes de que se instalasen las actuales chicane.
En esta edición de las 24 Horas de Le Mans, el coche más rápido que ha rodado en el circuito de la Sarthe no fue ni un LMP1, ni un LMP2, ni un GT, sino que fue el Bugatti Chiron. Sí sí, como lo estás leyendo. El Bugatti Chiron se dio el viernes previo a la carrera una vuelta al trazado durante el parade lap y no vais a creer la velocidad que alcanzó.
El superdeportivo estaba configurado para alcanzar la velocidad máxima, previa activación de ese modo especial con la segunda llave que te entregan al comprarlo, y de ahí que haya alcanzado los 380 km/h, siendo así el coche más rápido de cuantos han rodado este fin de semana en el trazado francés.
No obstante, se estima que los LMP1 actuales desarrollan en torno a 1.000 caballos de potencia, de los cuales unos 600 vienen del motor de combustión y otros 400 se extraen del motor eléctrico. El Bugatti Chiron entrega 1.500 caballos, 1.600 Nm de par y promete una velocidad punta de 420 km/h, mucho más de lo que alcanza cualquier LMP1...o incluso cualquier coche de competición sea de la categoría que sea.
En Motorpasión | 1.500 CV, 1.600 Nm y 420 km/h. Así es la tarjeta de presentación del Bugatti Chiron
