Se suele decir que los superdeportivos son los coches más seguros a nivel de seguridad activa del mundo, dadas su grandes cualidades dinámicas. Pero eso deja de ser cierto cuando se ponen en manos inadecuadas. Este ejemplar de McLaren 650S estaba en Singapur.
Hablamos de una ciudad-estado en el archipiélago malasio, de solo 697 km² y un total de 5,35 millones de almas. Mal lugar para poseer un deportivo, una jungla de asfalto. Por lo visto conducía un aspirante a dueño, estaba probando el coche. Por lo visto, le queda grande y ha sufrido la experiencia urbana definitiva.
Aparentemente ha sufrido un impacto frontolateral que ha destrozado buena parte del coche, aunque igual se puede rescatar. Ocurrió una autovía, y con poco tráfico, podemos imaginar que iba más rápido de lo que la cordura dictaba, pero no lo suficiente para matarse. Los impactos laterales son mucho más benévolos que los frontales.
Pero nos guste o no, la supervivencia de este tipo de coches depende de acaudalados señores que no tienen por qué tener el dominio al volante necesario para disfrutar de forma responsable de uno de estos aparatos. Eso sí, tienen el dinero, que es lo que da de comer a McLaren.
En modo alguno podemos decir que sea un coche inseguro. Es más, respecto a su predecesor, el MP4-12C, es más fácil de conducir y menos radical, por lo que es atractivo para este tipo de cliente. Esperemos que el coche sea reparable, lo siento por la aseguradora.
Y a todo esto, feliz domingo...
Fotografía | Steve Lim
Fuente | GT Spirit
