La semana pasada, Fernando Grande-Marlaska anunció que el Gobierno planea rebajar la tasa de alcoholemia general a menos de la mitad de la actual. Eso significa que se dará positivo con menor cantidad de alcohol. De hecho, Pere Navarro, director de la DGT ha admitido que "no se podrá beber absolutamente nada" con esta nueva tasa si vamos a coger el coche.
Esto no ha gustado al sector hostelero. O al menos así se han pronunciado desde la Confederación Empresarial de Hostelería y Turismo de Galicia (Cehosga): "Evidentemente, nadie puede conducir borracho, pero esto es excesivo".
"Si la gente no puede tomarse una caña y coger el coche, no sé dónde iremos a parar"
Entrevistado por El Correo Gallego, Cheché Real, presidente de la Cehosga, ha tachado esta posible medida de "barbaridad" porque "a la hostelería le va a salir muy caro". Y remarca que, si se aplica finalmente la reforma, recurrirán la medida presentando las alegaciones pertinente.
Real argumenta que esta tasa de alcohol rebajada ocasionará que la demanda de clientes baje, sobre todo en horas nocturnas. "Si la gente que sale del trabajo no puede tomarse siquiera una caña y después coger el coche, no sé adónde iremos a parar", critica.
Esto en su opinión, lo sufrirán especialmente establecimientos de fuera de las ciudades o de la periferia, a los sólo se puede acceder en coche. Y pone como ejemplo que esto ya se notó cuando se redujo la tasa hace años: tenía un local en una aldea de Lugo y "los clientes dejaron de venir a cenar". "Con esta tasa, el panorama va a estar mucho más difícil", última.
Ni un tercio de cerveza. Actualmente, la tasa máxima de alcohol permitida es de 0,5 gramos por litro de alcohol en sangre y 0,25 miligramos de aire espirado. Las nuevas tasas que se proponen son de 0,2 g/l de alcohol en sangre y de 0,10 mg/l de aire espirado.
Ambas serían aún más bajas que las ya reducidas para conductores noveles y profesionales: de 0,3 g/l y 0,15 mg/l respectivamente. De hecho, esta tasa general ahora propuesta se había contemplado inicialmente sólo para estos colectivos.
Aplicar esta nueva tasa supondrían la multa máxima (1.000 euros y seis puntos del carnet) con un nivel de alcohol que actualmente no da positivo. Y, a su vez, se dará positivo ingiriendo mucho menos alcohol.
La DGT ha estimado las posibles cantidades. Por ejemplo un hombre de entre 70 y 90 kilos dará entre 0,21 y un 0,28 g/l con un tercio de cerveza, una copa de vino o incluso un pequeño vaso de vermú. Pero una mujer de entre 50 y 70 kilos daría una tasa mucho más elevada: entre 0,34 y 0,48 g/l de alcohol en sangre. Pere Navarro ha admitido que a efectos es una tasa de "tolerancia cero".
Uno de cada tres accidentes mortales con alcohol en la ecuación. Desde la DGT defienden que esta nueva tasa responde a una recomendación de la Unión Europea y que es una petición endémica por parte de asociaciones de seguridad vial.
Por desgracia, el alcohol sigue siendo una causa recurrente en los accidentes mortales: en un tercio de estos siniestros, el conductor había bebido. Y pese a los cada vez más numerosos controles de Tráfico, se siguen detectando demasiados positivos.
En la última campaña de control de alcohol y drogas este agosto, con más de 220.000 test de alcoholemia realizados, un total de 2.156 dieron positivo. El 89 % fueron detectados en controles preventivos, siendo el resto por infracción, accidente o sintomatología.
