Alguien ha inventado el sistema definitivo para aprender a aparcar el coche. Y ese alguien está en China, en la provincia de Shandong, para ser algo más precisos, y en el municipio de Dezhou, muy cerquita del mar Amarillo, para ser más precisos todavía.
De precisión va la cosa. Porque en una autoescuela de esa población han descubierto que si los alumnos colocan sus móviles en el suelo, encima de las marcas de estacionamiento, sorprendentemente se multiplican las habilidades al volante de quienes intentan aprender a llevar un coche por estos mundos de Tao. Refuerzo psicológico del bueno.
Lo más alucinante del caso es que el sistema no se lo ha sacado ningún profesor de la chistera, sino que parte de la iniciativa de los mismos alumnos, según recoge Shanghaiist. No ha trascendido qué habían tomado o fumado los interesados cuando soltaron el equivalente chino a nuestro clásico "a que no hay huevos".
La vida en China es dura, sí.
Colocar el móvil en el suelo para aprender a aparcar es un sistema que podría extrapolarse a otros ámbitos
Algunas ideas:
- También relacionada con aparcar el coche: colocar a un ser querido entre el coche de la persona implicada y cualquier otro vehículo. Aparcar de oído tiene los días contados.
- Poner el móvil del implicado sobre el retrovisor del coche, por aquello de evitar desplazamientos laterales sin haber observado lo que pulula alrededor.
- Ubicar al padre, madre o tutor autorizado del implicado, a su pareja o a sus hijos en tropel, sobre las marcas discontinuas que delimitan carriles en una rotonda. Problem solved.
- Conectar unos electrodos a la palanca de intermitentes y al sistema de alerta de cambio de carril. Si no se ponen los intermitentes cuando toca, descarga.
- Utilizar el móvil del afectado para conectarlo de alguna manera al claxon del vehículo, amplificando el volumen de este y lanzando hordas de decibelios hacia dentro del habitáculo. O el implicado se modera en la emisión de sonidos estridentes, o pasa a ser cliente de GAES.
- Colocar el móvil bajo el pedal del freno en incorporaciones donde el carril de aceleración da de sobra para calcular y acelerar, pero no para pegar un frenazo al final del carril.
- Conectar Spotify al coche, de manera que suene lo mejor de Luis Fonsi o hasta lo mejor de Don Omar cada vez que el implicado haga mal una rotonda.
- Para terminar... un poco de refuerzo positivo (que no se diga): poner un palo del que cuelga el móvil del implicado saliendo por la ventana derecha del vehículo, para estimular al implicado de manera que ocupe el carril de la derecha, y deje de quedarse congelado en el resto de carriles de la carretera. Zanahoria Assist.
La vida en China es una mina, sí.