El pasado 18 de marzo de 2018 una mujer de 49 años murió a causa del atropello de un coche equipado con tecnología semiautónoma que Uber estaba probando en Tempe, Arizona. El Volvo XC90 de 2017 había sido modificado por Uber y al volante había una conductora que formaba parte del programa.
Más de un año después aún no se han establecido las causas del suceso, pero la Junta Nacional de Seguridad del Transporte de Estados Unidos (NTBS) ha determinado que los vehículos de prueba de Uber estuvieron involucrados en 37 accidentes en los 18 meses previos al atropello mortal.
La imperfección de las máquinas
La junta dijo que entre septiembre de 2016 y marzo de 2018, hubo 37 choques de vehículos Uber que circulaban en modo autónomo en el momento del siniestro, incluidos 33 que involucraron a otros vehículos de prueba.
En uno de ellos, el coche de prueba golpeó un bolardo perteneciente a un carril bici que ocupaba parcialmente la vía destinada al vehículo, mientras que en otra ocasión, el operador tuvo que asumir el control para evitar que otro coche invadiera su carril, golpeando a un vehículo estacionado.
El organismo federal celebrará una reunión de la junta el 19 de noviembre para determinar las causas del atropello mortal el año pasado, un suceso que se convirtió en la primera muerte atribuida a un coche autónomo.
A raíz del atropello, Uber suspendió todas las pruebas y no las reanudó en Pensilvania hasta diciembre de 2018, con un software revisado y con nuevas restricciones y salvaguardas que podrían haber evitado la muerte de Elaine Herzberg, según la compañía.
El IIHS norteamericano se sumó a las investigaciones de la NTBS y de la policía de Tempe en agosto y coincidieron en que el atropello fue el resultado de muchas malas decisiones.
"El sistema no estaba diseñado para alertar al operador"
El informe preliminar de la NTSB, que por su naturaleza no contiene causa probable, establece que el peatón estaba vestido con ropa oscura, no miró en la dirección del vehículo hasta justo antes del impacto, y cruzó la carretera en una sección sin iluminar.
Tempe Police Vehicular Crimes Unit is actively investigating
— Tempe Police (@TempePolice) March 21, 2018
the details of this incident that occurred on March 18th. We will provide updated information regarding the investigation once it is available. pic.twitter.com/2dVP72TziQ
Herzberg empujaba además una bicicleta que no tenía reflectores. El informe también señala que los resultados de la prueba de toxicología post-accidente del peatón fueron positivos para metanfetamina y marihuana y que el sistema, por otro lado, no estaba diseñado para alertar al operador del coche.
Un informe de la NTBS anterior determinó que Uber había desactivado el sistema de frenado de emergencia en el Volvo, de forma que el vehículo había sido modificado con sensores y software de Uber para operar en modo autónomo. Además, la conductora, Rafaela Vásquez, comenzó a frenar menos de un segundo después de golpear a Herzberg.
La policía señaló asimismo de Vásquez estaba viendo el programa de televisión 'La Voz' en streaming segundos antes del atropello.
Tendremos que esperar aún un poco para conocer el 'veredicto', pero este caso resulta un buen ejemplo de por qué aún no estamos preparados para delegar el control total a las máquinas, ni a nivel humano, ni a nivel tecnológico.