Para romper un poco con la rutina, toca una prueba diferente. Vamos a ver con números algunos aspectos de la conducción eficiente, para ello he utilizado un SEAT Altea 1.9 TDI de 105 CV de cambio manual y 1.671 Km en el marcador. La mayor parte del recorrido se hizo por autopista, sólo conductor y equipaje, con una mínima porción de ciclo urbano, pero siempre en conducción eficiente.
De la concesión SEAT hasta mi casa circulé por la M-30 y A-42 a velocidad legal, 80-90 Km/h. En estas condiciones y en llano, el ordenador marcaba un consumo instantáneo de 2,7 l/100 Km (wow) y al acabar mi breve recorrido, la media era de 4,1 l/100 Km. Apuntaba maneras.
De madrugada llené el depósito hasta arriba y le metí presión a las ruedas, todo en frío, la EESS me pilla a 500 metros de casa. El depósito del Altea es de 55 litros, y según el consumo oficial es capaz de una autonomía de poco más de 1.000 Km. La primera parte del recorrido es un viaje Madrid-Sevilla por la ruta suroeste (A-5 + A-66) a 120 Km/h de marcador con el regulador de velocidad, 112-114 Km/h reales.
La velocidad media se me alteró por momentos de tráfico alto, un par de paradas, los túneles (90 Km/h) y la cercanía a las ciudades, con limitaciones inferiores. Realicé los 530 Km en 5 horas, excluyendo descansos, a una velocidad media real de 106 Km/h. A 120 Km/h en aquellos tramos en que no percibía inclinación, el consumo estaba muy próximo a los 5,4 l/100 Km oficiales.
El consumo de gasóleo según ordenador fue de 6,1 l/100 Km, con lo que la autonomía desciende a 900 Km. Es una medición bastante precisa apoyada por cálculos secundarios. Por la ciudad y alrededores hice unos 80 Km adicionales por carretera de circunvalación y avenidas, con una velocidad media baja.
Para la segunda parte me planteé el regreso a 135 Km/h de marcador, unos 128-130 Km/h reales, en condiciones ideales haría 75 Km más en 5 horas, es decir, ahorraría un poco menos de media hora en tiempo. Allí donde me fui posible, fui a esa velocidad, procurando no molestar, respetando a los que adelantaban más despacio con distancia de seguridad y esas cosas. Vamos, que no fui tocándole las pelotas a la gente.
A los 739 Km se me enciende el testigo de la reserva, indicándome que tenía gasóleo para hacer casi 800 antes de que se quedase “tieso”. Apuré hasta los 752, parando a repostar cuando la autonomía era de 50 Km. Eché 30 litros, con los que la autonomía subió a 500 Km. Como dato orientativo, eso supone una media real de 6,66 l/100 Km.
Continué el viaje hasta mi casa. Ya en las proximidades de Madrid, el tráfico se hizo denso y era muy difícil mantener el ritmo, de modo que me amoldé a lo que me permitió el tráfico, menos de 120 Km/h. Mis cálculos eran que a 135 de marcador mi velocidad media ideal sería de 120 Km/h.
Como podéis observar, para mantener una velocidad media x es necesario ir de promedio más deprisa. La reserva volvió a saltar a los 1.124 Km, pero no había llegado y el medidor de autonomía me garantizaba llegar antes de empezar a consumir los posos del fondo del depósito.
Finalmente llegué a una velocidad media de real de 112 Km/h, en 4 horas y 39 minutos, con un consumo medio de 7,3 l/100 Km. Quedaba gasóleo para 20 Km más. A un precio de gasóleo de 1,073 euros/litro el ahorro de 20 minutos me costó 6,82 euros.
Con los precios de verano, a 1,30 euros/litro, la diferencia me habría costado 8,27 euros. Ojo, que hablo de un aumento de velocidad mínimo y en un margen donde la aerodinámica no dispara mucho el consumo. De 130 a 145 Km/h reales la diferencia habría sido más gorda, y de 140 a 155 más aún, y así hasta que nos cansemos.
A partir de 120-140 Km/h, dependiendo del coche, el consumo se dispara por la resistencia aerodinámica. Hay que tener en cuenta también que sabiendo la altitud de Madrid y la de Sevilla, al nivel del mar prácticamente, la vuelta implica un consumo mayor, aproximadamente +0,5 l/100 Km a igualdad de velocidad.
Finalmente devolví la unidad de prensa con casi 3.000 Km totales, con una media de 6,6 l/100 Km, media de velocidad de 86 Km/h. La cifra de consumo es bastante realista y la podemos tomar como válida. Hay que decir que estaba prácticamente en rodaje, el consumo debería ser menor con más kilometros.
El A/C se usó lo imprescindible y las luces de xenón tuvieron un impacto mínimo en el consumo. Lo que sí debió influir para mal fue el uso de neumáticos Pirelli P7 con dimensiones 225/45 R17, preferiría sin lugar a dudas unas Michelin Energy Saver de 16 pulgadas o gomas similares. Lo siento, pero las P7 me caen gordísimas, no sintonizan conmigo y no les veo virtudes subjetivamente apreciables.
En otra ocasión me dejaron un Altea 1.9 TDI, pero con más kilómetros y el motor más asentado. La media de entonces fue 5,1 l/100 Km, pero con menos kilómetros de autopista y ruedas Michelin de 16 pulgadas. El Altea en 5ª a 120 Km/h se mueve a 2.500 RPM, 135 a unas 2.800 RPM. Ese motor aguanta perfectamente una 5ª más larga o en su defecto una 6ª, pues tenía cierta capacidad de aceleración a esas velocidades.
De hecho, la 6ª la pide a gritos, ya que a 80-90 Km/h el consumo es 4,1 l/100 Km, y a 135 Km/h (de marcador en ambos casos) la media sube a 7 litros, casi el doble, y en ambos casos usando la 5ª casi constantemente. Si repitiese la prueba a velocidades más elevadas, las diferencias serían más altas. A 180 Km/h, su velocidad máxima, el consumo debe estar muy próximo a 8-10 10-12 l/100 Km.
Cuanto más eficiente es la aerodinámica, motor-transmisión, relaciones de cambio largas… es más fácil obtener consumos próximos al mixto a velocidad de autopista legal. Creo que un Altea Ecomotive con una 5ª más larga y las mejoras habituales podría lograr 5,4 l/100 Km o casi 5 raspados circulando a 120 Km/h. Igual se animan en SEAT y lo venden.
Ahora que alguien me explique por qué al retirar la unidad de prensa de SEAT la media del ordenador era de 8 litros y pico. El consumo urbano parcial más alto que conseguí, dando tiempo al motor de calentarse, no llegó a 7,5 l/100 Km chupándome un huevo de semáforos.
¿Algún propietario de Altea en la sala? Que hable ahora o calle para siempre.