Después de ver en la primera parte cómo es el Fiat Punto por dentro y por fuera, hoy veremos cómo se comporta dinámicamente, gracias a su motor diesel 1.3 Multijet de 95 CV y su caja de cambios automática Dualogic, que es la combinación que hemos probado.
Para saber exactamente cómo responde este modelo hemos realizado más de 1.500 kilometros por todo tipo de carreteras, y la primera conclusión es que es un coche cómodo cuyo comportamiento se ve muy influenciado por la caja de cambios, que no te dejará indiferente.
Para no adelantar acontecimientos, empezaremos por explicaros cómo va este Fiat con el motor 1.3 Multijet Dualogic, que por cierto, tiene un precio de salida (con el acabado más alto, denominado Lounge), de 14.875 euros.
Un motor suficiente para salir a carretera
Hablamos de un motor diesel 1.3 Multijet de 95 CV, que entrega su potencia máxima a 4.000 vueltas, con un par máximo de 200 Nm disponible desde las 1.500 vueltas. Si sólo miramos los fríos datos, debería ser parecido a, por ejemplo, el 1.6 TDI de 90 CV que montan en el Grupo VAG, aunque el alemán aguanta un poco más en la parte alta del tacómetro y tiene un poco más de par, tiene más cilindrada.
La realidad es que es un motor suficiente para el Fiat Punto, que tarda algo más de lo deseable en responder desde bajas vueltas pero que por contra no desfallece ostensiblemente si queremos apurar las revoluciones hasta la zona roja.
En ámbito urbano podremos desenvolvernos con soltura, y en carretera, a no ser que vayamos cargados, es posible cirular a ritmos altos, siempre legales, sin apuros. Eso sí, el largo desarrollo de la sexta marcha puede obligarnos a reducir un marcha en algunos repechos para mantener la velocidad.
Por cualquiera de estos dos entornos, el 1.3 Multijet es un motor silencioso, siempre y cuando no pisemos el acelerador con demasiada decisión. Si lo hacemos, nos responderá con un gruñido poco afinado y más bien gritón no muy agradable.
En carretera, de hecho, lo que más se oye es el ruido aerodinámico, producido en gran parte por los retrovisores. Creo que el motivo de este ruido no es tanto que el coche tenga una mala aerodinámica, como que no tiene muy buena insonorización.
Respecto al consumo, homologado en 4,1 litros, podemos decir que es bajo aunque no está entre los mejores de su clase. En trayectos mixtos entre carretera y cuidad, siendo muy cuidadosos, podemos quedarnos cerca de los 6 litros cada 100 kilómetros (durante la prueba siempre hice uso del aire acondicionado).
Más concretamente, viajando desde Madrid a Jávea, con dos personas, a una media de 120 km/h y con el aire acondicionado puesto, el ordenador de viaje marcó un consumo de 6,0 litros (a lo que hay que añadir un 5% si miramos el consumo real). En el trayecto de vuelta, siendo algo menos cuidadoso con el acelerador el consumo fue de 6,4 litros.
Hay que tener en cuenta la orografía de ambos trayectos, netamente en bajada el primero, y en subida el segundo. Además, prácticamente todo el tiempo ultilicé el control de velocidad, que aunque no es la forma más eficiente, será la que la mayoría de conductores usen en sus desplazamientos largos.
Una caja de cambios especial
Como ya hemos dicho, el Fiat Punto que hemos probado montaba una caja de cambios automática de seis velocidades. Lo primero que llama la atención, es que no hay una posición de estacionamiento, aunque sí de punto muerto. Es habitual en los utilitarios automáticos, por otra parte.
Su accionamiento es muy sencillo, para arrancar sólo tenemos que pisar el freno, tirar de palanca hacia nosotros y seleccionar primera. Si queremos pasar a modo manual no tenemos más que mover la palanca hacia la izquierda. Todos los cambios de marcha y el modo de conducción que llevamos se reflejan en la pantalla del cuadro de mandos, aunque por su baja resolución, no se ve demasiado bien.
Dicho esto, empecemos a describir cómo funciona. Decía que es una caja de cambios especial porque en realidad es una manual robotizada, es decir, que el acoplamiento y desacoplamiento del embrague se hace de manera automática, sin necesidad de que nosotros pisemos el pedal, que no existe.
El gran inconveniente que tiene esta caja de cambios es que en modo automático resulta bastante brusca al acelerar. Interrumpe la potencia abruptamente para cambiar de marcha y además de ser incómodo, se percibe una cierta sensación de pérdida de control por parte del conductor.
Si queremos evitarlo, podemos levantar el pie del acelerador antes de cada cambio, aunque para ello tendremos que ir adivinando el momento en que la caja de cambios va a cambiar de marcha. La otra opción es circular en modo manual y accionar nosotros la palanca de cambios, en cuyo caso los cambios pueden ser muy suaves.
Lo que tampoco me ha gustado es la forma en la que en modo automático, interpreta las solicitudes del conductor. Si circulamos en modo Eco (disminuye el par motor y mete marchas más largas), diseñado para ahorrar las emisiones, aunque pisemos a fondo o prácticamente a fondo el acelerador, sube de marcha muy rápidamente, lo que nos obliga a intervenir, y aunque lo hagamos, pasados unos segundos, volverá a subir de marcha.
En definitiva sensaciones agridulces con esta caja de cambios, que si bien resulta más agradable en modo manual que muchas otras automáticas que no nos dejan elegir la marcha que queremos siempre, acaba desmereciendo por un modo automático mejorable.
Comportamiento dinámico
El Fiat Punto es un coche cómodo, pensado para ir de la manera más confortable desde un punto hasta otro, sin mayores complicaciones, pero tampoco disfrute, todo sea dicho.
El primer punto que nos lo indica es la dirección, cuyo alto nivel de asistencia resulta sorprendente para los que no estén acostumbrados a llevar un Fiat. Además, si queremos hacer todavía menos esfuerzo, podemos activar la función Dualdrive, y veremos cómo el volante se puede mover con un dedo.
Soy consciente de que a muchos no les gusta esta fórmula. La dirección no transmite ningún tipo de información, y aunque su asistencia es variable en función de la velocidad, no transmite confianza al conductor, especialmente en curvas rápidas, pero en el día a día, es realmente cómoda.
Si a pesar de la dirección, pensamos que es una buena idea circular por una carretera de curvas, comprobaremos que el Fiat Punto tiene reacciones seguras y poco bruscas, siempre y cuando el asfalto esté en buen estado.
Si no es así, la suspensión, blanda y sin demasiada capacidad de evitar los balanceos de la carrocería, sacudirá el habitáculo, un efecto que resulta más acusado cuando circulamos por carreteras rápidas. Si nos tomamos las cosas con más calma resulta un coche cómodo y con una capacidad de rodadura razonablemente buena para su precio.
Que sea un coche cómodo de suspensión es más una elección que una cuestión de calidad (podría tener mejor relación entre aislamiento y contención del balanceo), pero lo que no me ha gustado es que cabecea claramente si realizamos un frenada de emergencia.
Las reacciones son seguras, y de hecho creo que su potencia de frenado es alta, pero este cabeceo quita un grado de confianza al conductor que por ejemplo si tenemos en un SEAT Ibiza, que es un coche claramente más ágil y quizá algo más incómodo de suspensión.
En la próxima parte trataremos el equipamiento, las versiones y la seguridad, no os lo perdáis…
En Motorpasión | Fiat Punto 1.3 Multijet Dualdrive, prueba (exterior e interior, equipamiento versiones y seguridad, valoración y ficha técnica)