NOTA: La unidad 207 CC vista en las fotografías tiene el equipamiento Sport, pero los comentarios se refieren a la versión Base, que es la que se comercializa en España con el motor 1.6 VTi automático. Perdón por la confusión.
Pasamos ahora al apartado mecánico. Las motorizaciones analizadas son las básicas de gasolina, un 1.5 16v de 109 CV para el Colt CZC y un 1.6 VTi de 120 CV para el Peugeot, equipado con la caja automática de 4 velocidades. Parece que puede imponerse el Peugeot, pero ¿realmente sucede?
Veámoslo:
Conducción y dinámica
El corazón mecánico del Colt CZC es el conocido motor Mitsubishi MIVEC con culata de 16 válvulas y admisión atmosférica, que entrega una potencia máxima de 109 CV y un par máximo de 145 Nm a 4.000 revoluciones. Es un propulsor con chispa, muy divertido en las 3 primeras marchas, por el empujón que da, y por el ruido que hace.
Para quien adore el bufido de un buen motor de gasolina, le encantará este motorcito. Curiosamente, a veces uno tiene la sensación de que tiene el motor detrás (por el trabajo de escape) o de que es más potente de lo que realmente es, por que tampoco es ninguna bomba. En 4ª y 5ª se muestra más tranquilo, las relaciones son un poquito largas. Es capaz de resolver un adelantamiento en 4ª en unos 11,37 segundos. El poco peso, 1.110 Kg, ayuda a conseguir este registro.
Por otro lado, el Peugeot recurre a una mecánica creada entre BMW y su grupo matriz, PSA, de desarrollo más moderno, que también impulsa al MINI Cooper. Pese a la denominación VTi, es atmosférico también. Consigue 120 CV a 6.000 RPM (mismo régimen de potencia máxima que su oponente) y el par máximo es superior, 160 Nm a 4.250 RPM.
La velocidad máxima es superior, 195 Km/h contra 185 Km/h que alcanza el Colt CZC, pero en aceleración el japonés es más espabilado, pues hace el 0-100 en 10,5 segundos y el francés necesita 12,6 segundos, lastrado por su cambio de marchas automático (es opcional). El adelantamiento lo realiza en 10,75 segundos (automático) y en modo manual en 4ª necesita 11,52 segundos. En automático hace trampa pues parte de la maniobra es en 3ª. Desde luego, el Colt CZC es más ágil si adelanta en 3ª, sin lugar a dudas.
El japonés tiene un cambio de marchas de 5 velocidades que agrada al uso y al tacto, además de ser rápido y con un tacto preciso. Eso no pasa con la versión manual del 207 CC, que tiene los males endémicos de los PSA: tacto blando, pastoso e impreciso. La versión automática del 207 CC es de sólo 4 velocidades, una solución técnica desfasada que lastra las posibilidades del motor hasta tal punto que lo califico de “coche para pasear”. El peso de casi 1.500 Kg no ayuda nada.
A bajas revoluciones el motor se muestra áspero y sin vida, y va despertando según van subiendo las revoluciones, pero se hace eterno. Para muestra un botón, he confeccionado otro vídeo en el que se le ve acelerando desde parado y en carretera, haciendo recuperaciones con el pedal pisado a fondo. La grabación se realizó con ayuda de mi copiloto y tomando las debidas precauciones para que no hubiese ningún riesgo.
Queda claro que es aburrido y cargante, y no tiene un sonido bonito. La versión automática sólo se la recomiendo a perezosos crónicos, odio irracional al cambio manual, motivos médicos o para circular de forma tranquila. El motor responde mejor con el cambio manual de 5 velocidades, pero tampoco es nada del otro mundo. Al menos, es relativamente silencioso si no se circula rápido, pues a más de 120 en 4ª ya hablamos de 3.500 RPM y a alta velocidad, es mucha rumorosidad por que es necesaria una relación más.
El Mitsubishi es más agradable en condiciones generales, lástima del ruido. Habrá a quien le encante y habrá a quien le harte. Incluso el ralentí es más elevado de lo normal, más de 1.500 RPM. No es muy gastón, pues le medí un consumo entre 6,3 y 6,8 litros, con los que se pueden recorrer entre 690 y 750 kilómetros con 47 litros. Al 207 CC le medí un gasto total de 7,9 litros (muy comprensible debido al cambio), lo cual es una autonomía de 630 kilómetros a pesar de que el depósito es de 50 litros.
Evidentemente, el consumo con cambio manual disminuiría un litro y pico, tendiendo a igualarse.
Los consumos medios homologados son de 6,6 litros a los 100 para el 1.5 16v y 7,2 litros para el 1.6 VTi automático. Si nos fiamos de eso, las autonomías son de 712 y 694 kilómetros, respectivamente. Sigue teniendo más autonomía el Colt CZC con menos depósito.
Por la otra cara de la moneda, el 207 CC tiene un HDi de 110 CV como alternativa, pero el Colt CZC sólo tiene gasolina, o 1.5 16v de 109 CV o el 1.5 turbo de 150 CV, elevados para el bastidor que tiene. En cierto modo es “mejor” que solo haya gasolinas, por que el tricilíndrico diesel de 1.5 litros y 95 CV presente en el Colt normal no casa mucho con la filosofía de este segmento. Es un motor rumoroso y vibrón, cosa que no se puede decir del motor turbodiesel 1.6 de origen francés.
El 207 CC automático tiene un programa de invierno (no es muy corriente), que minora los patinazos que podamos dar sobre nieve o hielo y un programa Sport que sólo sirve para tirar el dinero en gasolina, por que sólo noté cambios a más revoluciones y más ruido. Pero no todo son pegas al cambio automático, por que es todo lo bueno que puede ser con 4 relaciones, las transiciones son suaves y se puede hacer manejo secuencial, aunque con pocas marchas, tampoco se disfruta lo que se debería.
Ahora hablemos de comportamiento.
El japonés tiene un esquema de suspensiones más blandito que el francés, primando el confort. En las curvas rápidas concede balanceos moderados, pero el coche se mantiene neutro y fácil de conducir. En la versión 1.5 turbo, se hace más patente que necesita una suspensión más dura. La dirección asistida es eléctrica y no tiene un tacto tan satisfactorio como el del 207 CC, pero es buena en su conjunto. Frena bien y de comportamiento convence, mejorando un poco con el techo puesto por que así el tren trasero es más liviano aparentemente (en todo caso el coche siempre pesa lo mismo).
Le critico los crujidos estructurales que se perciben con el techo plegado, no aparecen necesariamente corriendo, no da una impresión satisfactoria y ya he conducido unos cuantos convertibles de este tipo. Me parece superior a la media. Una persona iletrada en convertibles podría pensar que se está rompiendo algo.
Eso no ocurre en el 207 CC, en conducción normal no aprecié crujidos, y en conducción rápida tampoco noté, aunque es difícil poner el coche en apuros con este conjunto motor-transmisión. La conducción deportiva se vuelve muy 0 calorías, es como pasear pero más rápido, las recuperaciones lentas están ahí.
Con el techo plegado, se pierde una pizca de eficacia en conducción rápida, ya que la carrocería acusa más las fuerzas de torsión al haber menos metal que retorcer (que nadie se asuste, es un fenómeno de muy poca intensidad).
El tacto del 207 CC es más parecido a un compacto que a un utilitario. Pisa con decisión, balanceos los justos y sin reacciones que merezca la pena comentar si no se busca el límite del coche.
En comportamiento me quedo con el 207 CC por que me otorga más confianza, el bastidor parece por encima de las posibilidades de su mecánica, y si las cosas se ponen feas, tenemos ESP opcional, pero el nipón ya lo trae de serie (versión Sport incopora ESP, la Base lo tiene opcional). El Colt CZC, como ya he dicho, se muestra muy estable, y cuando el ritmo se acerca al límite, las intervenciones de la electrónica no son intrusivas ni con retraso, solo cuando hacen falta.
De los dos contendientes, quedémosnos con el Colt CZC por diversión y chispa, y con el 207 CC para los más tranquilos y los que exijan la máxima seguridad por encima de cierto disfrute, siempre de forma responsable. Después de todo, el 207 CC también tiene en opción un motor 1.6 Turbo que entrega 150 CV, desarrollo BMW-PSA con inyección directa, otro cantar en cuanto a prestaciones y con un consumo muy parecido al de la versión comentada del 207 CC, pero con más disfrute a cambio.
Resumiendo… el 207 CC tiene un motor más potente y más enérgico, pero el cambio automático y su cifra sobre la báscula eliminan dicha ventaja y se queda por detrás del CZC. El pez chico se ha comido al grande.
Con cambio manual el 207 CC alcanza 200 Km/h, hace el 0-100 en 10,7 segundos y reduce por poca diferencia los consumos del Colt CZC. En la maniobra de adelantamiento en 4ª clavaría el registro del Mitsubishi, en cuyo caso habría que otorgar la victoria sin reservas al 207 CC en apartado mecánico por su rendimiento superior (sigue siendo más pesado, poco más de 1.400 Kg).
Un par de apuntes sobre la instrumentación. El Colt exhibe el mismo salpicadero que el Colt normal, con fondo negro (mejorable, un poco triste) y sin termómetro del agua. Habrá que esperar a un testigo en caso de sobrecalentamiento. Ya comenté en la primera parte que la pantalla del ordenador, situada en la consola central, arriba del todo, no se lee bien en determinadas condiciones lumínicas. La información estaría mejor presentada en el pequeño display con el odómetro. Además el medidor de combustible no me pareció muy preciso.
El 207 CC carece de cristal entre las esferas y el medio, una solución curiosa, da mejor impresión y es más fácil de leer. No sólo tiene termómetro del agua, tampoco falta un manómetro del aceite para saber si nos estamos pasando de la raya o si el motor tiene problemas de lubricación. Los testigos luminosos son más fáciles de ver.
A determinadas horas, la instrumentación del 207 CC no es tan agradable por los reflejos de la luz sobre los cromados y por que sin nada que tape las esferas, cosa que sí hace su rival, no es lo mismo. Los cromados vienen en las versiones Sport, en la versión Base no, y el fondo de las esferas es negro.
En el próximo post, hablaremos de equipamiento y seguridad, otro terreno en el que el duelo está servido.