De la misma manera que ya hicieran hace un año con el Škoda Vision S, el nuevo Škoda Vision E se está dejando conocer durante esta primera mitad de año para adelantar las formas exteriores, interiores y las propuestas de futuro de que marca checa está preparando.
Este nuevo prototipo se presentará en el próximo Salón del Automóvil de Shanghai y se trata de un SUV de aspecto moderno pero que en su interior albergará la primera motorización eléctrica de la filial del Grupo Volkswagen. Una propuesta que evoluciona un paso más lejos que la hibridación presente en el Vision S, con una autonomía de 500 km.
Škoda Vision E, el futuro checo es eléctrico y agresivo
Exteriormente el Vision E destaca por unas medidas compactas, con unas cotas de 4.645 mm de largo por 1.917 de ancho y 1.550 de alto y una presencia rotunda gracias a una larga distancia entre ejes de 2.850 mm y unos voladizos reducidos a la mínima expresión, casi fusionando los paragolpes con los pasos de rueda que albergan las enormes llantas.
Para el interior han querido aprovechar al máximo la batalla para dar cobido a cuatro ocupantes que irán cómodamente sentados en asientos individuales de aspecto futurista en posición elevada. La funcionalidad no queda reñida con el aspecto dinámico marcado por una línea del techo estilo coupé, tendida y con una luneta integrada en las formas descendentes del techo.
El movimiento se consigue mediante dos motores eléctricos que producen una potencia total de 225 kW (300 CV) con una respuesta inmediata a las demandas del acelerador que lanza al Vision E hasta un máximo de 180 km/h. La marca promete unas prestaciones generosas aunque sin especificar, que no desmerecerán los buenos 500 km de autonomía teórica ofrecidos por un paquete de baterías de iones de litio con gestión inteligente.
Además de su imagen futurista y agradable a la vista, el Škoda Vision E viene preparado para la conducción autónoma de nivel 3. Esto significa que el futuro SUV eléctrico sería capaz de llegar del punto A al punto B sin la intervención del humano, simplemente requiriendo al conductor en casos muy puntuales.
El resto del tiempo, el Vision E sabrá cómo dirigirse a su destino operando de forma independiente, gestionando las condiciones del tráfico, realizando adelantamientos, desvíos y, una vez en destino, aparcando en plazas de estacionamiento gratuito. Todo esto gracias a un complejo sistema de cámaras y sensores.
Con este adelanto, Škoda nos anuncia un futuro eléctrico en su gama con la inclusión de cinco vehículos de cero emisiones a partir de 2025. Todos ellos tomarán la plataforma MEB del grupo que será estrenada por el próximo Škoda Superb híbrido enchufable. Para ver en las carreteras al primer eléctrico puro de la marca checa habrá que esperar hasta 2020.