La evolución que sufre cada generación del Porsche 911 es sorpendente en todos los sentidos. Cuando conduje el anterior 997 pensé que era imposible mejorar ese coche que para mi representaba la perfección absoluta. Pero fue recorrer 10 kilómetros en el nuevo 991 y ya había olvidado por completo el 997.
El nuevo Porsche 911 Carrera S que probamos hace unos meses (parte 1, parte 2, parte 3 y parte 4) representa para mi la perfección absoluta. Además de los innegables atributos estéticos del mítico modelo, es utilizable en el día a día, muy eficiente en cuanto a consumos y muy efectivo en conducción deportiva.
Recuerdo cuando publiqué la prueba del Carrera S con caja de cambios PDK que algunos comentaristas ponían en duda que esa eficiencia fuese realmente compatible con las prestaciones más radicales. Así que como se suele decir en estos casos, una imagen vale más que mil palabras.
Recientemente el piloto Timo Kluck cogió un Carrera S PDK para dar una vuelta rápida al trazado de Nürburgring Nordschleife. El tiempo marcado ha sido espectacular, parando el crono en 7:37.9 y demostrando como se puede ver en el vídeo que el Carrera S PDK es un coche de armas tomar.
Para tener una referencia de dónde se sitúa este tiempo, basta con decir que el anterior 997 Turbo con sus 500 caballos de potencia y tracción a las cuatro ruedas no consiguió parar el crono en menos de 7:39. Así pues, el nuevo Carrera S reduce ese tiempo en poco más de un segundo.
Es impresionante ver a Timo Kluck pelearse literalmente con el coche, mantener el pie a fondo en las curvas rápidas a más de 200 km/h y luchar constantemente contra el volante para mantener las trayectorias. No en vano, está luchando contra las leyes de la física. ¿De que será capaz entonces el 991 Turbo?
Vía | World Car Fans