China. Ese enorme y superpoblado país protagonista de los más altos niveles de contaminación, diana en la que descarga su odio el presidente Donald Trump y principal socio a tener en cuenta para la industria automovilística. China es el futuro de la movilidad eléctrica, y grandes como FCA, Ford y Renault-Nissan lo saben muy bien.
A la probable asociación de Ford con Zoyte para fabricar eléctricos se le suma la alianza de Nissan-Renault con Dongfeng Motor, un fabricante chino que ya aparece entre los cinco grandes en el país asiático, por delante de SAIC o Chery. La nueva empresa se llamará eGT New Energy Automotive, y contará con el 50 % de la participación de Dongfeng, el 25 % de Nissan y el otro 25 % de Renault.
Un todocamino de segmento A
La nueva marca creará a partir de 2019 un vehículo eléctrico interconectado de forma inteligente y adapatado al mercado chino. Mientras que Dongfeng aportará la eficiencia en la fabricación para ahorrar costes, Nissan-Renault pondrá el desarrollo de la** plataforma todocamino de segmento A**.
Renault-Nissan Alliance & Dongfeng Motor Group Co. forge
— Renault-Nissan (@TheAllianceRN) 29 de agosto de 2017
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Recordemos que las joint ventures son lo que más define la fabricación de coches chinos. A medida que se fue relajando la dirección por parte del gobierno chino y la producción de vehículos se fue orientando al consumidor y no a los miembros del partido, las joint ventures se hicieron más y más importantes, hasta hacerse hoy en día habituales.
El vehículo se ensamblará en la planta que Dongfeng tiene en la ciudad de Shiyan, en el centro de China, donde se situará también la sede de eGT. Según informa Renault, la planta tiene una producción y capacidad de ventas de 120.000 vehículos al año.
El fabricante chino, de propiedad estatal, adquirió en 2014 un 14 % de participación en el grupo PSA, y fabrica el SUV Aircross y la miniván Picasso bajo la marca Citroën. Dongfeng fue fundada en 1970 y a partir de entonces fabrica autobuses, camiones, automóviles y recambios, estableciendo joint ventures con multitud de fabricantes, como Honda, Hyundai-Kia o Nissan.
Buena parte de su producción de automóviles no corresponde a modelos de diseño propio, sino de marcas de otros países que forman joint ventures como estas para poder ser permitidas en el mercado chino, ahora con fuertes restricciones medioambientales en el tráfico rodado. Para atajar el grave problema de contaminación, el gobierno chino planea aumentar la flota de eléctricos hasta los 2 millones de unidades para 2020.
De esta forma, los fabricantes de automóviles están acelerando sus inversiones en vehículos eléctricos para cumplir con las normas más estrictas de emisión y economía de combustible establecidas para tener efecto en los principales mercados.
