¿Es el plan de Nissan lo que necesita una marca de coches para no perder el futuro?
Desde que existe la conciencia del ser humano, una inquietud básica ha sido, de forma reiterada, la preocupación por averiguar quiénes somos, recordar de dónde venimos y pronosticar hacia dónde vamos. Esa triple preocupación, debidamente conjugada, ha servido para modelar la evolución y el desarrollo de cada sociedad.
Hace unos años que Nissan se viene planteando hacia dónde vamos, a la vez que intenta pronosticar cómo será el futuro de la movilidad. Ahora, Nissan Futures abre una vía de debate mientras ofrece una amplia perspectiva sobre algunos elementos que podrían conformar las ciudades del futuro: desde coches que no contaminan en la ciudad hasta una curiosa gestión de la energía.
Nissan: más allá de los coches
Nissan ha apostado por el coche eléctrico como elemento clave para el futuro. Con sus modelos Leaf y e-NV200, la firma de Yokohama quiere mostrar sus avances en este tipo de motorizaciones, pero estos vehículos también constituyen la base sobre la que Nissan edifica un concepto mucho más amplio.
En Nissan tienen claro que los retos que ofrece el futuro, tanto en lo que respecta a la movilidad como en lo que se refiere a la contaminación, exigen soluciones holísticas, globales y que transcienden las empresas individuales. En palabras del presidente de Nissan Europa, Paul Wilcox, "los fabricantes de automóviles no pueden seguir trabajando aislados del mundo".
Así, y en virtud del dicho que afirma que la unión hace la fuerza, Nissan está buscando socios con los que explotar conjuntamente una visión del futuro que va más allá de los coches, para redefinir la forma en la que los ciudadanos nos relacionamos con los automóviles y con la energía que utilizamos, y conseguir finalmente un futuro más sostenible.
¿Con quién se unirá Nissan para lograr ese objetivo? Por el momento, hablamos de dos avances significativos, donde la firma de gestión energética Eaton y la eléctrica Enel han tenido un papel fundamental: el sistema doméstico de almacenamiento de la electricidad xStorage y el sistema Vehicle-to-Grid, que se pondrá en funcionamiento a finales de año en Reino Unido. Ambas tecnologías serán incorporadas por Nissan en sus principales oficinas a finales de 2017.
xStorage: acumulando energía limpia en casa
El primero de los avances que nos presenta Nissan es el xStorage, un sistema de almacenamiento doméstico de energía creado por Eaton Electrical que sirve, en parte, para racionalizar el consumo de la electricidad, poniendo en el centro de la diana la necesidad de utilizar la energía de un modo eficiente.
La unidad se conecta a la red y a fuentes de energía renovables, se recarga cuando hay disponible energía renovable o cuando la tarifa de la electricidad es menos costosa (por ejemplo, durante la noche), y libera esa electricidad almacenada cuando la demanda y los costes son más elevados. De forma adicional, este sistema sirve como gran equipo de apoyo en casos de corte de suministro.
Vehicle-to-Grid: devolviendo la electricidad sobrante
De la necesidad surge la oportunidad. A nadie se le escapa que la crisis originada en Fukushima en marzo de 2011 tiene mucho que ver en el desarrollo de la tecnología Vehicle-to-Grid, es decir, conectar a la red eléctrica los coches para abastecer los hogares. Toyota en 2012, Nissan en 2013, Mitsubishi en 2015, han ido implementando esta tecnología como una más... en Japón.
Ahora, gracias a un acuerdo entre el gigante italiano de la electricidad Enel (principal operador, además, de la española Endesa) y Nissan, está a punto de llevarse a cabo la primera experiencia piloto en Reino Unido. Serán 100 vehículos Leaf y e-NV200 de particulares y flotas de empresa los que se podrán conectar a la red eléctrica para abastecerla vendiéndole la energía cuando ya no la necesitan.
La idea es que los coches eléctricos se utilicen para algo más que ir de un punto A a un punto B. Con la tecnología Vehicle-to-Grid, los vehículos eléctricos pasan a ser "unidades móviles de energía limpia", en palabras de Nissan, cuya electricidad no utilizada puede ser aprovechada por todo el mundo.
En un escenario en el que la energía se obtiene por fuentes contaminantes este planteamiento no tiene mucho sentido, pero sí en un escenario en el que la energía se obtiene por medio de placas fotovoltaicas o plantas eólicas. Se produce la electricidad, se acumula en el coche, cuando el coche ya no la necesita la vuelca en la red. Y vuelta a empezar.
Del petróleo dominador al dominio de la electricidad
Si observamos de dónde venimos, veremos que desde tiempos ancestrales el dominio de la energía ha supuesto el dominio del entorno, ya fuera de buenos modos o, con demasiada frecuencia, por la vía de las guerras. La era del petróleo nos ha mostrado en los últimos 150 años, y de muy diversas formas, hasta dónde nos puede llevar la lucha por el control de una determinada fuente de energía que se concentra en pocas manos.
La apuesta de Nissan va en el sentido contrario: lograr que las fuentes de energía renovables, el hogar y el automóvil se unan en un grupo energético común, capaz de ser autosuficiente y gestionable por el mismo usuario final de la energía.
En pocas palabras: diversificar la producción de la electricidad de manera que cualquier particular sea capaz de obtener la energía, por ejemplo a partir del sol, utilizarla como fuente para su movilidad y, una vez hecho esto, vender a la red eléctrica cualquier excedente, para que sea aprovechado.
Se puede jugar con el concepto de horas punta y horas valle, se puede hablar de utilizar las baterías del coche como acumulador de energía móvil, se pueden hacer mil cosas. La pregunta es si estamos preparados para asumir tantos cambios, no sólo como conductores de unos coches que se convierten en almacenes de energía, sino como habitantes de unas ciudades que no fueron concebidas de un modo tan bucólico como en el modelo que nos presenta Nissan.
Los retos de unas ciudades que deberían reinventarse
Y para sacar algo en claro, nada mejor que hablar con los arquitectos a los que recurrió Nissan para involucrarse en este proyecto. Para David Nelson, arquitecto del estudio Foster + Partners, "la batería lo es todo, es la fuente de energía; puede estar en tu coche, en tu casa o en tu oficina". A partir de ahí, Nelson ve una "ruptura" en la relación que existe entre los vehículos y los edificios.
Los arquitectos de Foster + Partners tienen claro que el futuro deberá llegar acompañado de soluciones globales. "En cuestiones de eficiencia, en la mayoría de lugares de todo el mundo, cada uno hace lo que puede, se necesitan mecanismos para controlar esta enorme generación de energía", explica Nelson mientras defiende los criterios racionales "para evaluar cuánta energía se produce, cómo se produce, cuándo se produce y también cómo se utiliza".
Sin embargo, no resulta difícil ver que la actual configuración de las grandes ciudades europeas, heredadas de la tradición romana, medieval, victoriana, no es la más amigable con la idea de un montón de coches que necesitan un espacio cercano al hogar para ser conectados a la corriente. David Nelson ironiza con la idea de que tenemos unas ciudades pensadas para ser transitadas a caballo, donde ahora circulamos en automóviles.
Por lo tanto, la clave del asunto está en cambiar la relación que tenemos con los vehículos y con las ciudades. Algo mucho más ambicioso que pensar en cómo se organizan los espacios que tenemos en la actualidad. Se trata, por ejemplo, de comprender que a la hora de planificar una ciudad "tienes que plantearte cómo te mueves de un lugar a otro", entre otras cosas previendo un sistema de transporte eficiente.
Mientras, en España... el tiempo no acompaña
¿Cuál es la mala noticia? Que en España este proyecto... simplemente es ilegal a día de hoy, tal y como reconocen en Nissan. Todo, gracias a ciertas políticas energéticas suicidas que tenemos implantadas. Quizá la medida que más polémica ha suscitado en los últimos meses es la que recoge el Real Decreto 900/2015, de 9 de octubre, por el que se regulan las condiciones administrativas, técnicas y económicas de las modalidades de suministro de energía eléctrica con autoconsumo y de producción con autoconsumo: el impuesto al sol.
Esta medida supone que la persona que consume la electricidad que se produce en su propia instalación, por ejemplo con placas fotovoltaicas, tiene que pagar un peaje de respaldo, como si entre el sol y el cableado del autoconsumidor el Estado hubiera realizado alguna labor en beneficio de esa producción eléctrica.
Contra este impuesto al sol se han posicionado la Unión Española Fotovoltaica, patronal del sector, también la Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica, la Federación Nacional de Comunidades de Regantes, la oenegé Greenpeace y hasta el Consejo de Estado y la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia, que no se oponía al impuesto en sí, sino que reclamaba una “metodología clara” a la hora de realizar los cálculos.
De hecho, Jorge Morales, vicepresidente de la Fundación Renovables, no dudó en su día en calificar esta medida de "aberración", por cuanto "el usuario quedaría en una situación en que los costes regulados que paga —los que están fijados en el BOE— serían mayores por la energía que produce y autoconsume dentro de su casa, que por la energía que le compra al sistema".
Esa es la clave para comprender el frenazo a la producción de energía por parte de los usuarios, y por tanto, no ya sólo al modelo que ahora presenta Nissan, sino a la viabilidad de una movilidad que sea tan eficiente como barata... una vez superadas las inversiones iniciales en infraestructuras. Unas infraestructuras que en un país normal se podrían subvencionar para incentivar la movilidad limpia.
¿Cuál es la esperanza que les queda a los interesados en los coches eléctricos? Que los grupos de presión que trabajan en Bruselas deberán instar a la Comisión Europea para que homogeneice las medidas en toda Europa a fin de que sean favorables a una gestión de la energía más acorde con los tiempos que corren. Porque, a día de hoy, y tal y como reconoce Guillaume Cartier, vicepresidente sénior de Nissan para Ventas y Marketing en Europa, "no existe un mercado europeo" como tal, ya que cada país tiene su propia legislación.
Quizá algún día abandonemos las cavernas y dejemos de utilizar dinosaurios para movernos. Quizá.