Crea tu propio modelo de coche calcando los bocetos de cualquier diseñador o las fotos de coches ya hechos

Todos los coches son iguales. Cada vez que una marca presenta un nuevo diseño y un lenguaje estético, le dan a la fotocopiadora y listo. Ya tienen una gama al completo, el cliente solo tiene que escoger la talla que más le gusta: S, M, L o XL.

Y ahora que no podemos salir de casa, es nuestra oportunidad para lanzarnos a diseñar coches, utilizando los mismo métodos. ¿Y cómo podemos hacerlo? Siguiendo estos sencillos pasos.

Paso 1: Imprime la foto de un SEAT, de un Renault o de lo que quieras

Lateral de un coche. De cualquier coche.

Aunque pueda parecer sencillo y aleatorio, hay que escoger bien lo que ya han hecho hasta ahora. Es una cuestión importante para la marca. No podemos tirar por la borda todo el legado histórico de la marca. Un Citroën C4 tiene una historia detrás, un diseño, no podemos juntarlo con la zaga de un Honda Civic, por ejemplo. Sería un sacrilegio.

Tampoco podemos cruzar un coche familiar con un deportivo, o un coupé con un SUV. ¿Nos hemos vuelto locos, o qué? Esas cosas no se hacen. Además, la clientela no lo entendería y estarían destinados a fracasar estrepitosamente.

Coche a punto para ser calcado. ¿Qué coche? Tanto da.

A nivel práctico, a la hora de imprimir aconsejamos el uso de un papel de calidad si tenemos una impresora por inyección de tinta, un gramaje de 135-200 gramos es lo ideal. De lo contrario, el papel pierde su rigidez, se vuelve ondulado y no hay quien pueda calcar correctamente las líneas (y tampoco queremos prenderle fuego cual constructor de miniaturas frustrado). Si usamos una impresora láser, con un gramaje de 60-115 gramos es más que suficiente.

Paso 2: Pon la hoja en la ventana y ponte a calcar en un folio en blanco. Total, todos los coches son iguales...

Si es de noche, no podrás hacerlo. Por eso los diseñadores de coches sólo trabajan de día.

En este segundo paso aconsejamos disponer de los dos o tres modelos que nos van a servir de base en la misma ventana. Hay que disponerlos uno encima de otro para así evitar tener que movernos. Con grandes ventanales la tentación es grande de ponerlos todos a la misma altura, pero eso no obligaría a movernos a lo largo de la estancia y sería un error de cálculo. Podríamos estar interfiriendo en el gran premio de tu casa.

Ojo, con la cinta adhesiva que los sujeta. Tiene que ser resistente y no pisar el boceto. En cuanto a la hoja de calcar, si no tenemos de nivel profesional, no pasa nada. Con cualquier folio en blanco sirve.

Paso 3: Invéntate un nombre

Atención, no cometamos los mismos errores que algunas marcas. Hay que pensar en el mercado extranjero y "Gâchis", en francés, significa "desperdicio". Hay que pasar el nombre por el filtro de Google.

No todo iba a ser diseño, luces y colores. También hay que bautizar a nuestra creación. Para ello, y si ese día la inspiración nos falta, los expertos tienen varios trucos. Uno muy extendido es juntar el nombre de tu mascota con el de la vecina del quinto. Ah no, me dicen que eso es para otra cosa... Hay que usar las letras, todas o algunas, de esos dos nombres para crear un anagrama que nos guste.

Si nos nos convence existen una multitud de generadores de nombre en internet. Podemos uno para el modelo del coche y otro para la marca que hemos creado. Para el nombre del modelo, nuestro favorito es Fantasynamegenerators.com, mientras que  la marca del coche podemos usar Namelix. No solamente nos buscará un nombre, y da igual si algunos ya están registrados, al mismo tiempo creará el logotipo. Lo ideal si queremos movernos del sofá.

Paso 4:  Ahora véndelo, espabilao

Prepárate un argumentario que incluya las palabras "dinamismo", "excelencia" y "premium". Sin eso no vas a ninguna parte.

Esta es la parte más compleja y al mismo tiempo la más fácil. Nuestro presupuesto para marketing es el que es. Entre Netflix, HBO, la pizzeria del barrio y el local de ramen de la esquina que nos proveen en alimentación a domicilio, no nos queda para más. Tendremos que usar las redes sociales para promocionarlo.

Hay que publicar cada hora en Facebook. En Instagram, optaremos por bonitas fotos con puestas de sol y comentar hasta hacer spam en todos los perfiles de influencers que podamos. Y en Twitter, nos colaremos en todas las conversaciones posibles para hablar de nuestro nuevo diseño. No descartes darte de alta en TikTok sólo para bailar mientras promocionas a tu retoño.

El éxito está asegurado.