Allá por 2017 conocimos que el fabricante de componentes para vehículos Bosch y el consorcio automovilístico Daimler se daban la mano para poner vehículos completamente autónomos en las carreteras en 2020. Ahora, a las puertas de dicho año, ambas entidades han anunciado que su servicio de taxis robotizados ya está operando en fase de pruebas.
Arranca así una "nueva etapa en el desarrollo de la conducción urbana automatizada", en la que varios Mercedes-Benz Clase S con esta tecnología serán los encargados de transportar pasajeros en la ciudad de (California, EEUU) en el marco de un todavía proyecto piloto.
Estos vehículos, que ya los hemos visto ensayando en China o aparcando solos, se trasladan entre el oeste de la ciudad y el centro, a lo largo de las calles San Carlos Street y Stevens Creek Boulevard. El servicio estará inicialmente disponible para un grupo seleccionado de usuarios que, mediante una aplicación desarrollada por Daimler Mobility, pueden reservar un viaje desde un punto de recogida definido hasta su destino.
Si bien, cada coche estará supervisado por un conductor de vigilancia, una fase previa a las pruebas avanzadas que desarrolla en exclusiva Waymo (Google) con coches sin personal de seguridad en su interior, un terreno en el que se quiere inmiscuir la startup china AutoX, respaldada por el fabricante automovilístico Dongfeng y Alibaba entre otros, y para lo cual ya ha solicitado el permiso pertinente a las autoridades.
Pruebas dentro y fuera de ciudad
El objetivo de estos test no es solo recabar información para el desarrollo posterior del sistema de conducción autónoma que persiguen con los más altos de la escala SAE (4 y 5), sino además obtener "más datos sobre cómo los vehículos autónomos pueden integrarse en un sistema de movilidad intermodal que incluya el transporte público y el uso compartido del automóvil", reza el comunicado.
“Para que la conducción automatizada se convierta en una realidad cotidiana, la tecnología debe funcionar de manera fiable y segura. Y aquí es donde necesitamos pruebas, como nuestro proyecto piloto en San José ", explica Michael Fausten, jefe de ingeniería para conducción urbana automatizada en Bosch.
Y es que el sentimiento de desconfianza hacia el coche autónomo por parte de los usuarios es precisamente uno de los prejuicios asentados que los fabricantes deben combatir. Para ello, Mercedes-Benz mantiene en su novedoso Clase S la señalización luminosa de 360 grados en el techo de forma que indica que el vehículo se mueve en modo autónomo y qué maniobras va a realizar.
En cualquier caso, Mercedes-Benz y Bosch han llevado sus pruebas más allá del tráfico urbano, y utilizan además su área de pruebas de 100.000 metros cuadrados diseñada en Stuttgart especialmente para mejorar esta tecnología reproduciendo situaciones complejas que "ocurren rararamente en el tráfico rodado", a fin de maximizar la supervisión del buen funcionamiento del sistema.
Se trata, en suma, de un cúmulo de pequeños pasos en la carrera por el coche autónomo, en la que ya son múltiples los actores participantes y aún quedan muchos retos por resolver. Por citar algunos ejemplos, BMW, Hyundai, Renault, Tesla o General Motors, son algunos de los gigantes que pujan por alzarse con el liderato de la tecnología del futuro... en la que Apple parece desistir.
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