El Mercedes SLR McLaren Roadster 722 S es la última edición del superdeportivo de Mercedes antes de que se deje de comercializar. Claro que mi interés era más global, no todos los días uno tiene la oportunidad de subirse en un coche de esta categoría.
A destacar, su posición de conducción muy baja, a pesar de su facilidad relativa para entrar. No es un coche para todos los públicos pero sí permite llevar a algún invitado sin que se asuste al subir a él.
Desde el puesto de conductor del Mercedes SLR McLaren Roadster 722 S encontramos un salpicadero bastante sencillo que deja nuestra atención únicamente para la conducción (o pilotaje, mejor dicho).
La fibra de carbono y la plaquita identificativa de la edición son los puntos que nos llaman la atención al observar su interior.
El tacto del volante es muy suave y con sólo tocarlo entran ganas de encender el corazón de la bestia: su 5.5 V8 de 650 cv se activa levantando una pestaña situada sobre el cambio de marchas, y pulsando el botón de de engine start.
Desgraciadamente la prueba dinámica la tendremos que dejar para otra ocasión, arrasar con el stand de Smart (situado justo enfrente) no era una buena opción, y puestos a cometer alguna ilegalidad me hubiera conformado con levantarle la falda Aston Martin One-77.
En Motorpasión | Mercedes-Benz SLR McLaren Roadster 722 S, Mercedes S Pullman Guard, Concept Fascination y S400 Bluehybrid en el Salón de París
