Mercedes-Benz estrena la tercera generación de su sistema de propulsión híbrido enchufable con el nuevo Mercedes-Benz C 300 de, disponible a mediados de 2019 tanto en carrocería berlina como familiar o Estate, cuya principal particularidad es que está basado en un motor diésel, y no de gasolina.
El sistema combina un motor 2.0 litros turbodiésel de cuatro cilindros (OM 654), un motor eléctrico y una batería de ión de litio de 13.5 kWh. El fabricante asegura, no obstante, que la actual generación del Clase C también ofrecerá una opción híbrida enchufable con motor de gasolina.
El motor diésel desarrolla 194 CV de potencia y 400 Nm de par, mientras que el propulsor eléctrico ofrece 90 kW (122 CV). La potencia combinada del sistema, asociado a una transmisión automática 9G-Tronic de nueve velocidades,es de 306 CV y el par motor máximo asciende a 700 Nm, desde apenas 1.400 rpm.
Hasta 57 kilómetros de autonomía eléctrica
El modelo incorpora también un cargador integrado de 7,4 kW, que permite una carga completa de la batería (10 a 100%) en hora y media a través de un Wallbox, o en cinco horas en un enchufe doméstico corriente. El fabricante anuncia una autonomía eléctrica NEDC de 57 kilómetros (56 km el Estate) y un consumo mixto de 1,6 litros a los cien kilómetros.
El C 300 de berlina acelera de 0 a 100 km/h en 5,6 segundos, mientras que el familiar o Estate lo despacha en 5,7 segundos. En ambos casos la velocidad máxima está limitada a 250 km/h. Por su parte, el consumo eléctrico es de 18,7 kWh/100 km para la berlina y de 19,1 kWh/100km en el caso del familiar.
Teniendo en cuenta que en un híbrido enchufable como éste se busca minimizar la utilización del motor térmico para ganar en eficiencia, y que los motores diésel necesitan trabajar a una temperatura suficiente y durante un tiempo prolongado, Mercedes-Benz recurre a un sistema de "regeneración del filtro de partículas", que consigue quemar los residuos del sistema de escape incrementando la temperatura del mismo.