La más temida (y temeraria) de las carreteras es ahora más rápida (aunque su velocidad ya era infinita en la práctica): la Furgoneta Blanca ataca de nuevo.
En esta ocasión es una Mercedes Sprinter SP5, el nombre de la preparación de Hartmann-Tuning (nótese como la Furgoneta Blanca es una entidad superior que se puede manifestar en forma de varias marca y modelos).
Aunque ya puede adelantar a cualquier vehículo en cualquier situación, y algunos elementos como el faldón delantero le dan diez caballos más1, el preparador también ofrece un aumento de potencia, aunque no especifica detalles.
Los faldones laterales le dan un toque distintivo, el delantero un toque tuning, y el trasero un toque deportivo con un doble escape cromado.
Estos elementos perjudican ligeramente la maniobra de subir a un bordillo, pero como bien sabéis la Furgoneta Blanca no necesita eso, ya que puede aparcar en doble fila (o en medio de la carretera si es necesario) en cualquier circunstancia, derechos que adquiere por ser lo que es.
Completan la faena unas llantas de 19 pulgadas con neumáticos 255/55, perfil que ya quisieran para sí algunos mal llamados deportivos.
En el interior, oficina móvil y nuevas tapicerías e inserciones, a destacar las carcasas para el bloque central de la consola, en símil madera, mármol o fibra de carbono. ¿Para qué fibra de carbono? Qué exagerados, si total sólo pesa 3,4 toneladas, reducir peso es una pérdida de tiempo.
1: Por si alguien duda, sólo es un chiste fácil sobre alerones, lógicamente la aerodinámica no influye en la potencia.
Vía | Carscoop
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