Mezclar Vodka de la mejor calidad, con la conducción de un coche como el Mercedes S 65 AMG es sin duda alguna un cocktail explosivo. Mantener sobre el asfalto los 630 caballos que desarrolla el motor 6.0 V12 de esta gran berlina deportiva, no debe ser tarea sencilla cuando el Vodka está haciendo efecto en el cuerpo.
Y si no os lo creéis, que se lo pregunten al conductor de este Mercedes S 65 AMG que sufrió un grave accidente hace solo unos días en las inmediaciones de San Petesburgo. El conductor de este flamante Mercedes, volvía a casa después de una boda.
Lo hacía disfrutando de las prestaciones del coche: 0 a 100 km/h en solo 4,4 segundos, un par motor de 1.000 Nm capaz de arrancar literalmente el asfalto si no fuese porque éste estaba completamente congelado por la nieve.
Con tanta caballería bajo el pie derecho, no es complicado alcanzar velocidades de auténtico vértigo. Tanto, que el conductor del coche perdió el control del mismo en un cruce y las autoridades aseguran que circulaba a más de 200 km/h.
Se salió de la trayectoria, abandonó el asfalto sin control alguno y se dirigió a toda velocidad contra un lateral. En el alocado camino, se encontró con la valla exterior de un concesionario Lada, la marca de automóviles rusa por excelencia.
El Mercedes S 65 AMG golpeó de forma brutal contra la valla del concesionario, quedando completamente destrozado. Para que nos hagamos una idea de la brutalidad del impacto, basta con echar un vistazo a las fotos en las que se ve perfectamente que las llantas se han cortado de cuajo cuando han impactado contra la valla.
Aunque parezca increíble, todos los pasajeros del coche siguen vivos. Es más, ninguno de ellos sufrió heridas de gravedad, solo pequeñas contusiones. Una vez más, me acuerdo de aquella famosa frase de la Dirección General de Tráfico en boca de Stevie Wonder: “Si bebes no conduzcas”.
Vía | GT Spirit
