A tres semanas del Salón de Pekín, el Mazda CX-4 se ha dejado ver por la red. Coges un Mazda CX-5, lo remezclas con un Mazda3, le repeinas la caída del techo con brillantina, a lo SUV coupé (hola, BMW X4; hola, Mercedes-Benz GLC Coupé)... et voilà!
El nuevo CX-4 compartirá plataforma con el CX-5, y también buena parte de su tecnología. Concebido inicialmente para el mercado asiático, este nuevo miembro del incipiente subsegmento SUV coupé será 78 mm más largo que el CX-5, mantendrá la anchura y la batalla, y será también 175 mm más bajo, si hacemos caso a las informaciones adelantadas por Auto163 y recogidas por Carscoops.
Según las mismas fuentes, el Mazda CX-4 dispondrá de cuatro motores tetracilíndricos de gasolina, entre ellos los tres que conocemos en nuestro mercado por el Mazda CX-5: 2.0 de 160 CV, 2.0 de 165 CV y 2.5 de 192 CV.
Según se desprende de estas primeras imágenes, el aspecto del Mazda CX-4 no será tan radical como el de los SUV coupé alemanes que conocíamos hasta la fecha. También es cierto que la caída de techo del compacto japonés ya propiciaba una mayor armonía entre los diferentes modelos de la gama, por aquello de la filosofía de diseño KODO que hemos explicado hasta la saciedad.
En el interior, no vamos a encontrar grandes sorpresas. Si tenemos claro cómo es el habitáculo del Mazda3, prácticamente podremos ponernos a los mandos del nuevo miembro de la familia Mazda sin encontrar nada fuera de lugar. Eso sí, para hacerlo tendremos que viajar al lejano Oriente, porque por el momento no hay planes de que este SUV coupé llegue a nuestro mercado.
Bonus track: la dificultad de marcar diferencia
Si nuestra comparativa visual entre el Mercedes-Benz GLC Coupé y el BMW X4 te dio un rato de entretenimiento mientras buscabas las diferencias entre ambos modelos, ahora la propuesta que sale de Japón quizá te sirva para hacer decantar la balanza. O quizá no, pero que no se diga que no lo intentas.