Desde Alemania llegan movimientos interesantes. El Grupo Volkswagen es el mayor fabricante de coches a nivel mundial con 10,3 millones de vehículos en 2019, y ahora la marca Volkswagen va a cambiar de capitán con el ascenso de Ralf Brandstätter.
Será el próximo 1 de julio cuando Brandstätter asuma la posición de CEO de Volkswagen después de dos años como jefe de operaciones de la marca.
Una decisión estratégica... o puede que política
El ascenso de Ralf Brandstätter llega después de una carrera iniciada en la marca hace casi 30 años, en 1993, en 1998 asumió el cargo de responsable de procesos en los trabajos de metal para chasis y transmisiones. Posterior mente recaló en SEAT como jefe de procesos en 2005 y en 2018 se erigió como COO de Volkswagen.
El movimiento de Brandstätter podría responder a la necesidad de Volkswagen por contar con alguien efectivo a la hora de solventar de manera expeditiva los problemas que la marca está teniendo últimamente, como los retrasos en su producto estrella, el Volkswagen Golf, por problemas asociados al software y que habría afectado a 15.000 coches ya entregados.
Por otro lado, a partir del próximo mes, Herbert Diess abandonará su doble rol para centrarse en su labor como mandamás del Grupo Volkswagen, reforzando su posición estratégica y dejando al margen los pormenores de la marca, que ahora irán a parar a manos de Brandstaetter.
Otras voces en cambio apuntan a la confrontación de Diess con otras partes de la compañía. Según recoge Automotive News Europe, Diess habría acusado a la junta de supervisión de filtrar temas confidenciales. Una afirmación hecha directamente por Diess en una reunión por streaming ante más de 3.000 responsables de la marca sobre un asunto que podría traer problemas ante las autoridades de Estados Unidos derivado del Dieselgate.
Los comentarios de Diess habrían hecho enfadar a la junta y habrían forzado su salida como CEO de Volkswagen tras una reunión extraordinaria celebrada el pasado lunes con el movimiento de Diess como tema único en la orden del día.
Entre tanto, y tras la salida de Luca de Meo hacia Renault, SEAT sigue sin tener un mando claro. Será también el 1 de julio cuando de Meo asuma los mandos de la firma del rombo, dejando al cargo mientras tanto a Carsten Isensee, vicepresidente de finanzas de SEAT hasta el mes de enero cuando se hizo público el anuncio y de Meo causó baja en Martorell.
Isensee es un hombre de confianza del Grupo Volkswagen, desarrollando carrera en el seno de la corporación desde que se incorporó en 1987. La compañía colocó a Isensee al mando de SEAT al menos de manera preventiva para tener a la corporación española bajo control, pero a día de hoy en Martorell sigue sin haber realmente un jefe efectivo.
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