Por qué un coche no encaja con el modelo de negocio actual de Apple
Uno de los futuros productos de Apple que más interés suscita, es el futuro coche eléctrico de la firma de la manzana. Como todo lo que hace, el Project Titan está rodeado de secretismo, por eso el informe del analista Gene Munster, director del banco de inversión Piper Jaffray (especializados en internet), despierta mucho interés.
Según el análisis de Gene Munster, Apple podría empezar a enseñar su coche eléctrico en 2019 o 2020, con una comercialización al horizonte 2021. Según él, el coche debería costar en torno a los 75.000 dólares, posicionándolo como rival directo del Tesla Model S.
Diseño Apple, pero fabricación externa
El coche resultante del proyecto Titan será un diseño 100 % Apple, Munster explica que será un coche "hyper diseñado" por Apple, pero que el 80 % de la producción del coche será subcontratada. Por eso Sergio Marchionne, director ejecutivo de FCA, corteja abiertamente a Apple: quiere que Fiat Chrysler Automobiles fabrique el eléctrico de Apple.
Como todo proyecto en curso, podría finalmente no ver la luz. De momento, según Munster, hay un poco más del 50 % de probabilidades que el vehículo eléctrico de Apple llegue a comercializarse. Aunque reconocen que en el pasado ya se han equivocado prediciendo el éxito del Apple TV. Además, Steve Zadesky, el hombre que lidera el proyecto Titan y antiguo ejecutivo de Ford, decidió abandonar Apple.
Actualmente, según Apple Insider, la firma de Cupertino tiene a más de mil personas trabajando en el Project Titan. Y eso confirmaría que Apple no piensa abandonar su idea de fabricar un coche eléctrico, pues según Munster sería una fuente de ingresos segura para el gigante tecnológico.
No puedes vender un coche como un móvil
Dicho esto, hay que tomarse el análisis de un banco de inversión con mucha cautela. De entrada no sabemos si será una fuente segura de ingresos. Lo que sí podría aportar es una renovación del mercado automóvil. Con la llegada de Apple al mercado de los automóviles podría atraer una clientela que no siente interés alguno por las cuatro ruedas, pero sí por los productos tecnológicos de Apple. Sin embargo, la mayor incógnita no es saber quién fabricará ese coche o su diseño, sino saber cómo piensan comercializarlo y cuál será su modelo de negocio.
Ya hemos visto con Tesla en Estados Unidos, sin duda el primer mercado para ese futuro coche, que el fabricante o la marca no pueden vender directamente el coche al cliente final en muchos estados y han de pasar por el tradicional concesionario. Y eso es, entre otras razones, para que la marca no pueda imponer un precio cerrado y dejar así margen a los concesionarios que juegan con los descuentos y el stock que tienen en ese momento. ¿Cómo encaja eso en el modelo de negocio de Apple? A priori, bastante mal pues vende sus productos directamente al cliente final, ya sea online, en el Apple Store, en la FNAC o en el Corte Inglés.
Imperativos de la industria de la automoción
Por otra parte, ¿qué pasará con los coches de segunda mano? A diferencia de un iPhone o un iPad en al industria del automóvil no se puede decidir que a partir de tal fecha ya no se da soporte a un coche y se abandona el cliente a su suerte. Por ejemplo, es obligatorio fabricar y tener un stock mínimo de recambios para cada modelo de la marca durante al menos 25 años.
Otro punto importante que desconocemos es el de las baterías. ¿Serán de propiedad o serán de alquiler? Y es que el precio final del coche puede variar muchísimo en función de una modalidad o no. Si están en propiedad, pasados 5 años, imaginemos que hay que cambiarlas por un fallo y la garantía ya ha caducado. El coste del cambio de batería podría ser superior al valor de reventa del coche. Es el tipo de cosas que hacen al cliente decantarse por una marca u otra.
Claro que Apple ha tenido todo esto en cuenta y podría no comercializar el coche siguiendo las pautas actuales. Por ejemplo, podría ofrecer exclusivamente el coche en modalidad de leasing y proponer además un servicio de carsharing. Si no han imaginado una manera alternativa y nada explorada hasta la fecha. También existe la posibilidad que si bien a nivel comercial el coche sea comercializado por Apple, a nivel legal sea un FCA, por ejemplo, y todas las obligaciones más pesadas (red de distribución, recambios, etc) recaigan sobre el fabricante. Por eso también es una buena cosa que Apple entre en el sector de la automoción, quizá pueda cambiar un modelo de negocio -el de la ventas de coches- que lleva tiempo necesitando un cambio urgente.
De momento, lo único seguro es que Apple trabaja en el desarrollo de un coche. Fuera de eso, todo son conjeturas; sobre todo si el análisis viene de un banco de inversión, más preocupado por su interés y el de sus carteras a corto plazo que cualquier otra cosa.
En Motorpasión | ¿Se convertirá Apple en un importante actor en el sector de la automoción?