"La razón por la que pedimos aumentos salariales del 40 % es porque, sólo en los últimos cuatro años, el salario de los directores ejecutivos aumentó un 40 %". "Ya son millonarios". Así resume el presidente del sindicato UAW, Shawn Fain, la principal reivindicación de los trabajadores del corazón del motor en EEUU.
Ford, Stellantis y General Motors, los tres gigantes de Detroit, apuran las últimas horas de negociaciones con una parte de sus trabajadores, que lleva siete días en huelga, y a todas luces serán infructuosas.
Según datos de Reuters, aproximadamente 12.700 trabajadores están en huelga, de los cerca de 146.000 miembros del sindicato UAW que trabajan en los Tres Grandes de Detroit. No es un número excesivo, pero por primera vez se han unido trabajadores de los tres fabricantes y tienen el poder de hacer mucho daño.
De momento, tanto Ford como Stellantis y General Motoros continúan negociando con el sindicato, pero no parecen estar cerca de las reivindicaciones de los trabajadores, que buscan un giro en las condiciones laborales y garantías de que tendrán un futuro en medio del proceso de electrificación.
“I see power.”
— UAW (@UAW) September 20, 2023
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Hace casi 100 años Henry Ford introdujo la semana laboral de cinco días y 8 horas al día en EEUU, y con el paso de las décadas se ha ido normalizando extender ese horario más allá de las 40 horas semanales en algunos sectores.
Es esta una de las reivindicaciones de los trabajadores que impulsan la industria del motor estadounidense (también poder acceder a un seguro médico que no les deje en la puerta del hospital): salarios dignos para no tener que trabajar el doble.
Casi un siglo después de que naciera el fordismo y el trabajo en cadena, la misma industria está pidiendo a Detroit que reduzca sus gastos, horas y dar a los trabajadores un día extra fuera de la planta. Todo ello envuelto en el objetivo de acabar con la "codicia empresarial".
Mientras tanto, General Motors ha anunciado que despedirá a 2.000 trabajadores del UAW mientras paraliza la planta de ensamblaje yestampado de Fairfax en Kansas, y Stellantis ha despedido a 68 de sus propios trabajadores en su planta de Toledo donde se fabrican el Jeep Gladiator y el Wrangler.
Las pick-up, que son el vehículo más vendido en EEUU -en concreto la Ford F-150- están en el punto de mira: si se enquista la huelga toda la producción de la industria podría verse afectada en un 40 %, tocando la cadena de suministro y el crecimiento económico de EEUU.