Con la sombra de la recesión sobrevolando Alemania y un invierno cuanto menos complejo, el Grupo Volkswagen está explorando formas de contrarrestar en sus plantas la escasez de gas natural ante el tijeretazo de Rusia.
Y quiere hacerlo reasignando parte de su producción en Alemania, Eslovaquia o República Checa para centrarse en países menos dependientes del gas ruso y con mayor capacidad regasificadora, y España puede ser uno de ellos.
Según explica Bloomberg, el consorcio alemán ha asegurado que la reubicación de la capacidad productiva y la búsqueda de alternativas técnicas ante desafíos en la cadena de suministro, como ha ocurrido con la crisis de semiconductores, es una práctica común.
Por ello pondrá en marcha un plan B si la escasez de gas se prolonga más allá de este invierno, aunque Alemania asegura tener sus reservas al 90 %.
También el Grupo Volkswagen, que es el mayor fabricante de coches de Europa, asegura que el suministro de gas para sus plantas está asegurado, pero apunta a reducir el consumo en un porcentaje de dos dígitos.
El suroeste de Europa o las zonas costeras del norte de Europa, que tienen mejor acceso a los cargamentos de Gas Natural Licuado (GNL) transportados por mar, podrían ser los beneficiarios de cualquier cambio de producción, según un portavoz de Volkswagen.
Aunque España ha aumentado su demanda de gas ruso este verano (con EEUU y Argelia como principales proveedores), no depende de Rusia para abastecerse de esta fuente de energía de la forma en la que lo hacen los países del norte.
De hecho, Argelia era históricamente el país de origen desde el que España más importaba gas desde que hay registros. Sin embargo, en enero de 2022 Estados Unidos se colocó como el principal país de origen del gas que llega a España.
Nuestro país posee el 35 % de la capacidad total de almacenamiento de GNL para la UE, hasta llegar a los 3,31 millones de metros cúbicos de GNL.
Respecto a la capacidad de regasificación, España tiene el 27 % de la capacidad total de la UE, seguido de Reino Unido (22 %), Francia (17 %); Bélgica(8 %), e Italia (7 %).
Cifras que permiten afrontar la crisis energética en una mejor posición que sus vecinos centroeuropeos, y convertir Volkswagen Navarra o Martorell en una buena apuesta para trasladar producción.
De hecho, España ha ampliado un 18 % su capacidad de enviar gas a Europa a través de Francia gracias a gasoducto de Irún.
Esto supone 1.500 millones de metros cúbicos adicionales al año. También se planea la reactivación de la regasificadora de El Musel, en Gijón.
La primera planta de almacenaje y regasificación que se construyó en España fue la del Puerto de Barcelona, que data del año 1969 y ocupa una superficie de 160.000 m2.