El litio lleva años posicionado como la nueva gasolina gracias al auge del coche eléctrico. Una línea repleta de picos máximos y mínimos, pero en claro sentido descendente nos muestra cómo los precios del litio han ido disminuyendo desde que en 2018 alcanzara su precio máximo histórico por tonelada métrica.
Sin embargo, los precios de referencia de esta materia prima vital para los coches eléctricos han aumentado más del 40 % en el mes de enero en China, movidos por la demanda y provocando un efecto dominó en otros países.
Las baterías LFP, en auge
Según datos publicados por Benchmark Mineral, la subida del precio del carbonato de litio (que unido al hidróxido de calcio forma el buscado hidróxido de litio) a 8.375 dólares/tonelada se debe a un aumento continuo de la demanda de baterías LFP, o de litio-ferrofosfato:
“Los incentivos políticos relacionados con las baterías de iones de litio en China están orientados a subsidiar los vehículos de menor autonomía, la electrificación de la flota de transporte público, o las centrales eléctricas 5G", explica el analista de la consultora, George Miller.
Este tipo de baterías sigue ganando terreno en China: presentan una densidad energética menor que las que se encuentran con frecuencia en aparatos electrónicos, pero ofrecen mayor durabilidad, mayor potencia y son más seguras.
Una de las principales ventajas es que no necesitan cobalto, un material que además de caro presenta serios problemas éticos y hace difícil su trazabilidad. Solo en junio de 2020, los vehículos eléctricos equipados con baterías LFP aumentaron un 109 % en China.
El aumento de los precios de la materia prima -que al final inciden en el precio del vehículo- ha derivado en un efecto dominó en otros países, y según los datos de Benchmark, los precios del carbonato de litio de América del Sur han subido un 10 % y un 6 % para la espodumena en Australia.
La mayor parte de la espodumena extraída en Australia Occidental se envía a China, donde se convierte en productos químicos de litio.
En 2019, las baterías recargables representaron el 54 % de la demanda total de litio, casi en su totalidad a partir de baterías de iones de litio.
En este escenario podemos ver que partir de abril de 2020 los precios del litio han ido en aumento exponencial, desde que tocaran mínimos en el mes de mayo, según refleja este gráfico histórico de Trading Economics:
La caída de las ventas en el segundo semestre de 2019 en China, el mercado más grande de vehículos eléctricos, y una reducción global en las ventas causada la pandemia desaceleraron el crecimiento de la demanda de litio, lo que afectó la demanda tanto de baterías como de aplicaciones industriales.
Sin embargo, los escenarios a largo plazo continúan mostrando un fuerte crecimiento de la demanda de litio durante la próxima década.
Mientras la capacidad de producción pueda seguir el ritmo y las cadenas de suministro sean seguras, no veremos un impacto inmediato en el precio de los coches eléctricos, extremadamente sensible a la obtención de estas materias primas. De lo contrario es posible que veamos retrasados los planes de muchas marcas.
Foto | BMW
En Motorpasión | La revolución de las baterías para coches eléctricos: una carrera que no ha hecho más que empezar