En 2050, todos los coches que circulen por las Islas Baleares serán eléctricos. Éste es el ambicioso objetivo que se ha marcado el Govern y las medidas para lograrlo no se han hecho esperar. La administración balear le declara abiertamente la guerra a los combustibles fósiles prohibiendo la venta de los coches diésel en 2025, así como de los propulsados por gasolina para 2035.
Por el momento, esta radical medida se recoge en el borrador del anteproyecto de la "Ley del Cambio Climático y Transición Energética" que sigue la ruta de los Acuerdos de París y que acaba de presentar el ejecutivo. La propuesta no es la primera en España, ya en Madrid se barajó el tema aunque sin un objetivo definido, al igual que ocurrió en Francia. A nivel mundial otras regiones, como es el caso de Escocia o California, sí que han puesto fecha de caducidad a la combustión convencional.
Como bien informa El Diario de Mallorca, según los datos del Govern, el 35% de las emisiones de CO2 del archipiélago son causadas por los vehículos que transitan por sus carreteras: de acabar con los vehículos propulsados por combustibles tradicionales, la contaminación se reduciría en un 90% en los núcleos urbanos.
Si me compro un coche diésel en 2023, ¿no podré circular con él?
Lo primero que han adelantado desde la administración balear es que esta medida, de ver finalmente la luz, no afectará a los vehículos comercializados antes de sendas fechas límites, que podrán continuar circulando hasta el final de su vida útil por las carreteras del archipiçelago. Y decimos vehículos porque la medida no discrimina y afecta a automóviles, motocicletas, furgonetas y camiones por igual.
La electrificación progresiva del parque automovilístico balear comenzará con las empresas de alquiler, que deberán ir incorporando paulatinamente coches eléctricos en sus flotas desde 2020. El porcentaje dicho año deberá ser del 2% para acabar en un 100% en 2035.
Mientras, a partir de 2025, los vehículos diésel tendrán prohibida su venta y, diez años después, los de gasolina.
Limitación de vehículos y una gran inversión
Otro tema que está sobre mesa es la limitación del número de coches que puedan circular por el archipiélago. Si bien por ahora se ha propuesto únicamente en Formentera, otros grupos parlamentarios exponen que debería extenderse al resto de las islas.
Así lo ha expresado Jaume Font, portavoz de los regionalistas de El Pi en unas declaraciones para Europa Press:"Armengol lo que tiene que hacer es mirar la capacidad de carga de coches de forma global en Balears. Somos de las zonas con más presión turística del mundo y es el momento de que el Govern trabaje no solo para Formentera sino para toda Balears".
Asimismo, otro traba que encuentra este ambicioso objetivo es el de la infraestructura: las islas deberán disponer de una red de recarga pública capaz de asumir un parque completamente eléctrico.
Es de esperar también que se incluyan incentivos en para la compra de vehículos electrificados o se crearán diferencias sociales en lo que toca a movilidad entre aquellos que puedan permitirse esta tecnología y los que no.