El grupo Jaguar Land Rover podría añadir otra joya eminentemente británica a su portfolio. Las dos marcas ya son una institución y van irremediablemente asociadas al Reino Unido y su cultura (un poco como Ferrari es Italia y viceversa). Y si finalmente JLR adquiere el circuito de Silverstone lo será todavía más.
Estos últimos días, los medios ingleses y el muy serio Automotive News se hacen eco de un rumor persistente: Jaguar Land Rover quiere comprar el circuito de Silverstone para instalar allí su sede central. Y es que su sede de Coventry se les ha quedado pequeña.
Aparte de centralizar todas sus sedes (la de Coventry, Whitley y Gaydon) en una sola ubicación, las razones para el cambio son varias y van desde disponer de un circuito a "pie de casa" para los ingenieros y los clientes de la marca hasta albergar la colección de James Hull y sus 543 clásicos (así como la propia colección de Jaguar y Land Rover) pasando por más espacio para las oficinas y, por fin, poder ofrecer a sus trabajadores un parking en condiciones (no es broma, al parecer muchos no tienen donde aparcar).
Según cuentan, la oferta de JLR sería de 34 millones de dólares que completaría luego con una inversión de 78 millones de dólares para adecuar el sitio a sus necesidades y así levantar las oficinas y talleres para los 700 ingenieros y 1.000 empleados (administración, marketing, ventas) que tiene en su sede actual.
Ni JLR ni el British Racing Driver's Club, dueño del circuito, han confirmado la noticia. El BRDC se ha limitado ha reconocer que ha recibido varias ofertas serias por la compra del circuito. De ser cierto, queda la cuestión del Gran Premio de Inglaterra de F1. ¿Seguiría celebrándose en Silverstone (el contrato es hasta 2026)?
El gran premio es deficitario, como todas las carreras de F1, pero es un escaparate y un ejercicio de marketing que el país no quiere perder. Es poco probable que JLR quiera asumir el coste astronómico que pide el tío Ecclestone cada año (siempre al alza, por cierto) para poder albergar el Gran Premio. En el Reino Unido ya dan por hecho que Tata, dueña de JLR, asumiría el coste. Ciertamente Tata tiene mucho músculo financiero, pero tampoco se lo gasta por amor al arte.
