General Motors afronta la cuarta semana de huelga de los trabajadores que luchan, bajo el paraguas del sindicato United Auto Workers (UAW), por mejoras laborales. Las cosas no parecen ir a mejor y el último email que ha remitido el vicepresidente de la UAW a General Motors refleja la evidente falta de acuerdo entre las dos partes.
Mientras tanto, los analistas calculan que este parón masivo ya le cuesta al gigante de Detroit 90 millones de dólares al día, y desde que empezó estiman que General Motors ha perdido 660 millones de dólares. Y va a peor.
Un acuerdo que está lejos de materializarse
El 6 de octubre, el vicepresidente de la UAW, Terry Dittes, hizo público el mail que envió al vicepresidente de relaciones laborales de General Motors, que aparentemente ha ignorado el último paquete de propuestas del sindicato:
"El sábado 5 de octubre de 2019, la UAW presentó un extenso paquete de propuestas a las 5:35 p.m. para alcanzar un acuerdo provisional [...] Durante su respuesta a nuestra propuesta entregada a las 9:05 am de hoy, domingo 6 de octubre de 2019, ni siquiera tuvo la cortesía profesional de explicar por qué no pudo aceptar o por qué la rechazó. Esperamos que la Compañía responda y discuta la propuesta del paquete que presentamos ayer. La ley y la decencia básica no requieren menos".
General Motors por su parte ha dicho en un comunicado que está comprometido con discusiones las 24 horas del día para llegar a una solución, pero ha declinado hacer comentarios sobre cómo la huelga podría afectarle financieramente.
Desde que la CEO de General Motors, Mary Barra, anunciara un cambio hacia los coches eléctricos y autónomos -además de un proceso de reestructuración que ha costado miles de empleos- los trabajadores están preocupados por su futuro.
"Todavía estamos muy lejos de los vehículos eléctricos y los vehículos autónomos. Los coches del futuro no requieren tantas piezas y se necesita menos mano de obra para ensamblar", recoge Detroit Free Press de una persona cercana a las negociaciones.
La inactividad continua de plantas y equipos está perjudicando mucho al fabricante, particularmente porque las plantas no pertenecientes a la UAW en México, Canadá y otros lugares de los EEUU también se ven obligadas a detener las operaciones debido a la huelga.
Contando con los trabajadores que se han suspendido de empleo en Canadá, México y Ohio, General Motors ya ha despedido casi a 10.000 asalariados.
Por otro lado, General Motors está a un paso de obtener el bono basura de las agencias de calificación mientras su valor en bolsa sigue cayendo, y sin un acuerdo, las pérdidas de la compañía probablemente superarán los mil millones de dólares para cuando acabe esta semana.
Los trabajadores también están viendo sus ahorros esfumarse, aunque aún reciben un salario de 250 dólares a la semana, a lo que se suman alrededor de 10.000 proveedores estadounidenses que se han visto obligados a reducir sus operaciones durante la huelga.
Foto | UAW
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