Tras el anuncio de la compra de Opel/Vauxhall por el grupo automovilístico PSA Peugeot-Citroën, el próximo paso de esta ola de fusiones y consolidaciones podría ser la apuesta de Volkswagen por Fiat Chrysler (FCA), o eso ha declarado el presidente del grupo FCA, Sergio Marchionne durante la celebración del Salón de Ginebra.
Según informa Automotive News, Marchionne no tiene "ninguna duda" de que "en el momento oportuno" Volkswagen aparezca y tengan una conversación para llevar a cabo una fusión. Para el CEO de FCA, la combinación PSA-Opel "amenaza más a Volkswagen" ya que está "pisándole los talones". Mientras tanto, el grupo italo-estadounidense sigue luchando por resolver el caso de acusación que lanzó la EPA por infringir supuestamente las normas sobre contaminación.
Más jugadores en el tablero de las fusiones
Marchionne, que planea retirarse como presidente de FCA para 2019, declaró en Ginebra que la compra de Opel por parte de PSA es "un buen acuerdo, aunque difícil de redactar", y ha reconocido que su compañía llamó a esa puerta con anterioridad pero que no obtuvo respuesta por parte de General Motors. "¿Debería volver a llamar? Por qué no, o a cualquier otra puerta", ha declarado. En este sentido, ha afirmado que FCA ha perdido el 20% de las sinergias que habría tenido con el fabricante estadounidense de haber fructificado los acuerdos de fusión.
Por su parte, Volkswagen le quita hierro al asunto PSA-Opel mientras se recupera del escándalo de las emisiones y encuentra un camino más "verde" y limpio hacia la redención. El CEO del fabricante alemán, Matthias Mueller, ha declarado en Ginebra que se están centrando en alcanzar sus metas estratégicas, ya que ven que los cambios en la industria se producirán a largo plazo y no de forma inmediata. No les dan miedo las alianzas.
Algunos ejecutivos de la firma alemana han declarado en Ginebra que la fusión PSA-Opel es improbable que cambie el panorama por sí mismo. Creen por el contrario que los cambios en los hábitos de consumo y los nuevos rivales en Silicon Valley y China van a tener mayor impacto para la industria automotriz.
Mientras tanto, en FCA...
En enero, la agencia estadounidense de protección medioambiental acusó a Fiat Chrysler de infringir las normas sobre contaminación al instalar un software que altera las emisiones de sus motores diésel. Los coches afectados son el pick-up Dodge Ram 1500 y el Jeep Grand Cherokee, alrededor de 104.000 vehículos vendidos en Estados Unidos y correspondientes a los años modelo 2014, 2015 y 2016. Como consecuencia, la EPA ha prohibido a FCA vender modelos diésel en Estados Unidos en 2017.
Marchionne, que ha negado desde un principio las acusaciones, declaró en Ginebra que están trabajando en las negociaciones para conseguir el permiso que necesitan.
FCA se enfrenta a nueve demandas civiles en cinco estados relacionadas con el caso de emisiones, en el que el supuesto software ilegal provocaría un incremento de las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx) de esos vehículos.
Mientras la industria se mueve hacia la consolidación, los fabricantes se han embarcado en una carrera hacia la electrificación, la automatización y el car-sharing que podría eclipsar las grandes fusiones que se están produciendo. Si no siguen aflorando nuevos escándalos, se podrán centrar en avanzar en el tablero más que en poner parches.
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