Esta es la historia del SEAT Ibiza, testigo de los cambios en SEAT y en España
Algunos automóviles son el símbolo de un país y de una época. Mencionar el Ford T es ver imágenes en blanco y negro de Estados Unidos, de las calles llenas del mismo coche y de una granja en algún rincón del viejo sur. Si hablamos del Fiat 500 pensamos en Italia, en la Roma de los años 50.
En España tenemos el SEAT 600 que nos lleva a los años 60 y 70, una época en la que nuestro país por fin se motorizaba de forma masiva. Del mismo modo, el SEAT Ibiza es el reflejo de la transformación de SEAT y de nuestro país.
Después de la muerte de Franco, en 1975, y con el cambio de régimen, el nuevo estado necesita fondos o como mínimo sanear las cuentas y el INI recibe la tarea de liquidar las empresas deficitarias. Desde 1976 Fiat desea hacerse con la totalidad de SEAT, siempre y cuando el precio le sea interesante.
Finalmente, viendo que SEAT estaba enterrada bajo las deudas y con una sobrecapacidad productiva, FIAT abandona SEAT en 1980 y la marca española debe crear sola un nuevo modelo sin la ayuda ni la base de Fiat. Ese modelo sería el Ibiza, todo un símbolo de la marca y el reflejo del camino recorrido por SEAT y España en ese periodo de tiempo.
SEAT Ibiza I (1984-1993): el System Porsche
Sin la ayuda de Fiat ni las bases técnicas de sus modelos, SEAT tiene que crear una nueva y completa gama de modelos. Seat debe aportar algo nuevo cuanto antes, pues los Ronda y Fura no resultan adecuados para la exportación. Sin muchos recursos para desarrollar un nuevo modelo en interno, la marca decide recurrir a los mejores de la profesión. Giorgetto Giugiaro, al frente de ItalDesign, se encarga del diseño de la carrocería y Porsche de la parte mecánica.
Giugiaro, como muchos otros diseñadores italianos, se adapta a las circunstancias y al presupuesto que le dan y no duda en reciclar diseños. Es decir, propone a sus nuevos clientes diseños rechazados por otras marcas, algunas veces sin reconocerlo. Así, el Seat Ibiza resulta ser su propuesta para el Volskwagen Golf II, que la marca alemana rechazó. Para la industrialización del nuevo modelo, el carrocero alemán Karmann asesoró a la marca española, Y por supuesto, para la mecánica intervino Porsche.
Porsche es, desde sus inicios, un estudio de ingeniería antes que un fabricante de automóviles. Entre sus clientes puedes encontrar toda clase de industria, pero también otras marcas de automóviles. Y aunque la mayoría de ellas lo mantienen en secreto, Seat decidió darse a conocer y dotar de credibilidad a su nuevo modelo anunciando que los motores 1.2 y 1.5 de gasolina fueron diseñados por Porsche, el famoso “System Porsche”. En Holanda o Francia, nadie conocía a Seat, pero sí Porsche.
Entre el diseño de Giugiaro, la buena habitabilidad que otorgaba, un comportamiento dinámico correcto, los motores System Porsche y un precio competitivo, el primer Seat Ibiza fue todo un éxito en Europa, superando con creces las expectativas de la marca. Tanto es así que Seat se atreve con una versión deportiva SXI, muy llamativa, divertida y con una relación precio/prestaciones/equipamiento sin rival en el extranjero (en Francia, por ejemplo, recuerdo que podía equipar tapicería de cuero y teléfono). Fue otro éxito para la marca y fue el inicio de esa vertiente deportiva de la marca.
El Ibiza de primera generación marcó el renacimiento de SEAT, abandonando el pasado ligado a Fiat. La marca se proyectaba fuera de España con una imagen positiva y dinámica, como lo hizo nuestro país, primero entrando en la CEE (embrión de la actual Unión Europea) en 1986 y luego con los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992.
SEAT Ibiza II (1993-2002): llega Volkswagen
En 1982, Seat todavía no sabe si el Ibiza será un éxito o no. Y de todos modos, necesita un socio tecnológico. No puede apoyarse continuamente sobre terceros para desarrollar todos su modelos y luego pagarles royalties para poder usar sus nombres a nivel comercial. En esa misma época, Volkswagen empieza su expansión y llega a un acuerdo de cooperación técnica con Seat.
En junio de 1986, Volkswagen pasa a controlar el 51 % de la marca española, siendo así la primera marca no alemana en ser filial del grupo alemán. A finales de 1986, Volkswagen ya posee el 75 % de SEAT. Para 1990, obtendría el 100 % de la marca. Y el primer producto de la era Volskwagen es justamente el Seat Ibiza, cuya carrocería fue también diseñada por Giugiaro.
El Ibiza deja entonces de fabricarse en la Zona Franca de Barcelona: desde 1993 sale de la nueva y moderna factoría de Martorell. Esta segunda generación de Ibiza comparte plataforma, motores y salpicadero con el Volkswagen Polo III, pero también equipó motores y equipamiento procedentes del Volkswagen Golf, como el 2.0 litros gasolina, el TDi 110 CV o la posibilidad de disponer de aire acondicionado en el TDi 100 (en el Polo era imposible tener aire acondicionado con el motor diésel).
En 1997, Seat presentó el Ibiza Cupra, con motor 2.0 litros 16 válvulas de 150 CV inicialmente, para luego equipar en 1999 el 1.8 litros turbo 20 válvulas de 156 CV y el Cupra R de 180 CV (200 unidades). Seat confirmaba así su vertiente deportiva. Y es que la segunda generación del Ibiza fue campeona del mundo de rallys (F2) en 1996, 1997 y 1998.
Con más 1,5 millones de unidades fabricadas, el Ibiza II ha sido todo un éxito y marca la voluntad de Seat de ser una marca internacional. España, en esa época se consolidó como uno de los mayores productores de automóviles de Europa y del mundo, pasando de 1.028.000 turismos fabricados en 1980 a 1,8 millones en 1992. En 2002, cuando el Ibiza II deja paso a la tercera generación, España fabricaba 2,2 millones de turismos sobre un total de 2,8 millones de vehículos.
SEAT Ibiza III (2002-2008): se consolida como marca
La tercera generación del Ibiza llega en 2002. Esta vez el diseño es obra de Walter De’Silva, el antiguo jefe de diseño de Alfa Romeo. Su diseño es elegante, con cierta musculatura y atractivo, aunque algunos critican que, globalmente, son los volúmenes del Alfa Romeo 147. Da igual, al público le gusta y el Ibiza sigue siendo un éxito.
A nivel mecánico, compartía plataforma y motores con el Volkswagen Polo, pero disponía de su propio habitáculo y una puesta a punto diferente a la del Polo, mucho más dinámica, algo que se apreciaría especialmente en la variante CUPRA. Ésta fue desarrollada por la propia SEAT Sport. Podía equipar dos propulsores, el 1.8 turbo gasolina de 180 CV y el 1.9 Tdi de 160 CV, pero sorprendió por su buen comportamiento dinámico y agilidad en conducción rápida.
Esta fue al generación en la que se introdujeron las versiones FR, de corte deportivo, y Ecomotive, orientadas al bajo consumo y la reducción de la emisiones. Ambas variantes fueron un éxito y se convirtieron en los pilares de la gama, tanto de la tercera como de la cuarta generación. Con este Ibiza, SEAT dio un paso más para crear su propia identidad, lejos de la época de los System Porsche y con más autonomía que nunca, donde el Centro Técnico de Martorell cobra cada vez más importancia ya no solamente en SEAT, sino en el seno del grupo Volkseagen.
SEAT Ibiza IV (2008-2017): define la identidad de la marca
El Seat Ibiza de cuarta generación fue diseñado por el belga Luc Donckerwolke, recién llegado de Lamborghini donde había creado el Gallardo y el Murciélago. El nuevo modelo marca una ruptura en el lenguaje estético de la marca y se distancia de los León y Altea. Mientras éstos son formas curvas, el Ibiza apuesta por líneas tensas, con marcados pliegues en la carrocería. Sorprende, pero resulta tremendamente atractivo para el público. Esas líneas tensas, son las que servirían de antecedentes para las del actual León y Ataca, diseñados ya bajo la responsabilidad de Alejandro Mesonero-Romanos.
El Ibiza IV es, además, el primer modelo del grupo VAG en equipar la nueva plataforma que usarían más adelante los Volkswagen Polo, Skoda Fabia y Audi A1. Es la generación actualmente en venta. La nueva, la conoceremos esta tarde, aunque hará su debut en sociedad el próximo mes de marzo, en el Salón de Ginebra.
El 69% de los SEAT Ibiza que se han fabricado se han destinado a la exportación, eso son más de 3,5 millones de unidades. SEAT vende en más de 75 países diferentes (el último mercado al que ha llegado recientemente es Nueva Zelanda), pero los más importantes para el Ibiza, después de España son Italia, Francia, Alemania, Reino Unido, Portugal y México. En paralelo, España fabricó ya casi tres millones de coches en 2016,con más del 80 % de los vehículos exportados.
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