La petrolera BP ha empezado a cerrar temporalmente gasolineras en Reino Unido debido a una gran escasez de conductores, necesarios para transportar el combustible desde sus refinerías hasta su red de estaciones de servicio.
BP tiene cerca de 1.200 estaciones de servicio en Reino Unido, y está tratando de minimizar las consecuencias de una situación que lleva años fraguándose: la escasez de conductores de mercancías unido a las trabas logísticas y burocráticas que ha dejado el Brexit.
BP asegura que está dando prioridad a las entregas en las áreas de servicio de las autopistas, las carreteras principales y los sitios con la mayor demanda, y que busca minimizar la duración de los desabastecimientos que afectan tanto al diésel como a la gasolina sin plomo.
El problema no es la falta de combustible, sino la falta de personas.
La compañía no emplea directamente a ningún conductor de vehículos pesados, sino que subcontrata las entregas a Hoyer, un transportista independiente donde sus conductores están abandonando.
También la petrolera Exxon Mobil se ha visto afectada por esta situación en 200 estaciones de servicio bajo la cadena Tesco, según informa Reuters.
BP ha pedido al Gobierno británico que ayude a abordar esta preocupante situación facilitando la contratación temporal de conductores de vehículos pesados en el extranjero.
La respuesta de Boris Johnson ha sido aconsejar a las empresas que contraten a conductores británicos.
Ser camionero en Reino Unido: una penitencia
La industria del transporte por carretera ha dicho que necesita otros 90.000 conductores para satisfacer la demanda después de que el Brexit haya convertido la frontera británica en una pesadilla burocrática desde la UE al país y viceversa.
La cadena de supermercados Tesco ya ha dado la voz de alarma ante la preocupación de que se produzca un desabastecimiento de alimentos, con fechas clave a la vuelta de la esquina como la Navidad.
Desde el 1 de enero de 2021, el comercio entre los países de la Unión Europea y el Reino Unido se trata como "importaciones-exportaciones" y, por lo tanto, está sujeto una nueva normativa que provoca, además de caos, sobrecostes.
El precio transporte marítimo y aéreo también se ha disparado, lo que repercutirá en el precio final de los productos afectados.
La burocracia y las largas colas en aduanas han hecho que el trabajo de camionero sea una penitencia en el Reino Unido, provocando a su vez una fuga a otros sectores y a los países de origen de los conductores afectados.
Y el papeleo extra que ha traído consigo la pandemia no ha ayudado.
Pero sin camioneros, las cadenas de suministro y toda la economía del país se va a ver resentida. Muchos ahora se preguntan por qué el Gobierno no les explicó hace años qué iba a significar realmente el Brexit para ellos.
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