Tras concluir la cita de Okayama, Yvan Muller tenía el título casi en sus manos. A pesar de los buenos resultados de Andy Priaulx, el francés contaba con una ventaja superior a los 40 puntos, con tan sólo 50 en juego. En resumen, salvo catástrofe, Muller se proclamaría campeón del mundo. Pero una decisión de despacho ha acelerado la consecución del título. A falta de la última cita en Macau, Yvan Muller es el nuevo campeón del WTCC, aunque aún no es oficial.
La razón de este resultado se basa en la exclusión de los dos BMW 320si de RBM ya que participaron en la cita de Okayama con un cambio secuencial de seis velocidades. Dicho modelo no está homologado pero fue permitido por los comisarios presentes en Japón. La protesta de Chevrolet ha tenido el visto bueno de la FIA, por lo que ambos modelos han sido excluidos perdiendo todos los puntos conseguidos en Okayama. De esta forma, Andy Priaulx pierde sus opciones al título y pasa a la tercera posición de la general por detrás de Gabriele Tarquini.
Si la no homologación del modelo fuese poca ventaja, los dos BMW partieron con un peso base de 1,168 kilogramos, sin lastre, cuando deberían haber contado con 30 kilos extra debido a ser un nuevo modelo en el campeonato. Tras esta resolución, las victorias de la cita japonesa van a parar a Colin Turkington e Yvan Muller.