El otro día leía como Martin Whitmarsh calificaba la opción de volver a correr en Estados Unidos como un "deseo colectivo", y es por ello que son muchos los jefes de equipo que no esconden su apoyo a volver a darle una oportunidad a Indianápolis, algo en lo que Bernie Ecclestone no está por la labor.
Yo me atrevo a ir más allá: si se trata de "ganarnos" a los americanos y de convertir la carrera en Estados Unidos en algo realmente sonado, ¿por qué no se puede plantear una carrera de Fórmula 1 en el óvalo de Indianápolis? Sí, sí, no me he vuelto loco. Nada de Mickey Mouse ni "implantes" al Super Speedway de 2,5 millas. Correr en el Indianápolis Motor Speedway en su plena esencia.
Ya defendía en su día que si alguna vez viéramos una carrera de F1 en un oval al más puro estilo americano, con neutralizaciones incluídas, alucinaríamos del espectáculo. Y veo que no soy el único que piensa algo parecido. El propio Robert Doornbos, que se estrenó recientemente en el óvalo de Miami, aseguró que ese había sido "definitivamente el día que más rápido había ido en un coche de carreras", y éste ha corrido en F1 en trazados como Monza. ¿Cómo puede perderse eso la F1?
Al fin y al cabo, si quieres ser el mejor campeonato del mundo del automovilismo, al menos tendría que haber una cita en un circuito oval. ¡Si sólo se trata de una carrera entre las 18 del calendario! Sería realmente alucinante, de eso no me cabe ninguna duda. Y si no, ¿cuándo hemos visto en F1 medias de velocidad cercanas a 350 km/h (sí, sí, medias: cada uno de los segundos que dura la carrera a esa velocidad).
De todas todas, esta opción es hoy por hoy imposible técnicamente (la seguridad manda), pero como soñar es gratis, terminamos con un impresionante video de una lucha de Montoya con Michael Andretti en la Michigan 500 de la temporada 2000 de la CART. ¿Os imagináis un final así entre Hamilton y Alonso?, por nombrar dos pilotos al azar.
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