Sigue la maldición de Penske en los finales de campeonato apretados. Bien es cierto que tras su doble abandono en Houston, Helio Castroneves lo tenía realmente complicado para lograr el primer título para Roger Penske desde 2006, pero por momentos en Fontana pareció posible. Sin embargo, vio cómo Will Power lograba el triunfo mientras Scott Dixon se proclamaba campeón por tercera vez.
La última prueba del año en IndyCar Series fue tan emocionante como complicada: plagada de adelantamientos desde el inicio, con invitados a la victoria sorprendentes, como Sébastien Bourdais, si bien el galo de Dragon Racing acabó besando los muros del óvalo californiano, problemas de partida para Scott Dixon y en cambio Helio Castroneves al frente. Sin embargo la multitud de accidentes y problemas mecánicos vistos en carrera jugó en contra del brasileño, que vio cómo a medida que avanzaba la carrera había cada vez menos posibilidades de distanciar en la clasificación a Dixon: para cuando Penske cometió un error llamándole a boxes con el pitlane cerrado ya no había prácticamente ninguna posibilidad de luchar por el título, esfumándose totalmente al dañar su alerón poco más tarde.
Tan sólo cinco monoplazas cruzaron meta en la vuelta del vencedor Will Power: el australiano, Ed Carpenter, de nuevo brillante en óvalo, Tony Kanaan, que pareció optar por momentos al cheque de 250.000$ por ganar Indianápolis y Fontana, James Hinchcliffe, que justo antes de la carrera confirmó que seguirá con Andretti la próxima temporada, y el campeón Dixon.
Como consecuencia de su sanción Castroneves tan sólo fue sexto a una vuelta, seguido de Marco Andretti y Simona de Silvestro, quien se sobrepuso al mayor accidente de la carrera para cruzar meta a tres vueltas. En ése accidente quedó eliminado de carrera Oriol Servià, así como Newgarden, Vautier, Jakes y Wilson, llevándose el británico la peor parte al tener que ser trasladado al hospital.
En el apartado de abandonos es necesario destacar las carreras del ya citado Bourdais, del colombiano Carlos Muñoz que volvió a brillar en sustitución de Ernesto Viso pese a acabar contra el muro, y de Charlie Kimball que lideraba cuando rompió motor.
