Os extrañará verme escribir sobre Fórmula 1, pero lo de hoy me ha llegado al alma. Para el que no lo haya visto, Michael Schumacher se ha quedado parado a pocos metros de la línea de meta en la última sesión de clasificación, cuando tenía la primera posición y la vuelta que estaba haciendo ya no le servía de nada. Por detrás venía Fernando Alonso haciendo unos tiempos capaces de arrebatarle la primera posición en una vuelta que era su última oportunidad, sin embargo se encontró el coche de Michael atravesado y no pudo mejorar su tiempo por 0.064 segundos.
La forma en el que el coche se ha salido ha sido un tanto sopechosa, más que ir pasado de frenada parecía un borracho intentando aparcar su coche. A todos se nos ha venido la misma idea a la cabeza. Incluso a algún mecánico de Ferrari se le escapó una leve sonrisa al verlo. Yo no he podido evitar acordarme de casualidades similares de Schumacher con Damon Hill y Jacques Villeneuve.
A esta hora según informa El País los comisarios han suspendido temporalmente la pole de Schumacher, aunque no veo ningún otro medio que lo confirme, actualizaré la noticia cuando sepamos algo más. Y ahora os pregunto yo: ¿casualidad o mala leche?
Actualización (16:40): Schumacher convocado por los comisarios para aclarar su maniobra.
