El pasado año, Robby Gordon y Nasser Al-Attiyah unieron fuerzas. La experiencia no fue placentera para ninguno de los dos y un año después, incluso antes de comenzar el Dakar 2013, Gordon tenía palabras de "cariño" hacia su antiguo compañero. Pero no acaba ahí la guerra. Aunque el norteamericano dijo adiós a la victoria a las primeras de cambio, su lucha con Al-Attiyah continúa. En el vídeo-resumen que su equipo hace tras cada etapa, en el correspondiente a la movida octava etapa disputada entre Salta y Tucuman, Robby Gordon quiso recordar alguna de las condiciones en que fue suspendida la etapa. El piloto norteamericano deja entrever que la cancelación, entre otras cosas, fue fruto de que Nasser Al-Attiyah estaba a borde del adiós tras quedarse atrapado, sin ayuda.
La animadversión que Gordon tiene por su rival catarí comienza a ser enfermiza. Más allá de Al-Attiyah se quedó clavado, el, al igual que se quejó Nani Roma, debería luchar por lo suyo que es consegir que se valore el esfuerzo realizado a lo largo de la dura especial. O al menos que la organización sea consciente de que los pocos vehículos que completaron la etapa, entre los que estaba el Hummer, sufrieron un riesgo innecesario al cruzar un río que podría haberlos arrastrado con trágicas consecuencia. Es de suponer que una vez cruzado el río, para el lo importante era que cayese el máximo número de rivales, y si Al-Attiyah era uno de ellos, mejor que mejor.