Cerramos nuestro resumen de lo que dio de sí la temporada 2013 del Campeonato del Mundo de Rallyes con este artículo en el que buscamos enumerar las que creemos que son las sorpresas de la temporada, así como justificar en parte nuestras elecciones.
Aunque decirlo ahora suene a coña, la primera sorpresa debe ser sin lugar a dudas el rendimiento del Volkswagen Polo R WRC. Que en tu primer año no sólo ganes los títulos de pilotos y constructores, sino que además arrases de manera casi insultante es algo que absolutamente nadie podía esperarse hace hoy un año. Y siguiendo con los alemanes, hablando con mi compañero Fernischumi me obligaba a recordar que la consistencia de Sébastien Ogier aún estaba en duda antes de esta temporada: en su época de Citroën fue un 'sputnik' propenso al error, en su añito en el infierno con el Skoda se precipitó al principio (Monte-Carlo) pero fue madurando y 2013 ha sido una confirmación. ¿Se puede considerar sorpresa? Aquí lo dejamos por si acaso.
Centrándonos en la zona noble del Mundial de Rallyes para mí la gran sorpresa no puede ser otra que el rendimiento de Thierry Neuville, en especial durante la segunda mitad de la temporada, en la que el belga pese a pilotar para M-Sport se erigió como una alternativa real a Volkswagen en la lucha por los triunfos. Sólo podemos cruzar los dedos para que siga con su progresión de la mano de Hyundai.
De hecho, se podría decir que el rendimiento puro y duro de los Fiesta WRC ha sido reseñable si se tiene en cuenta que M-Sport perdió buena parte de la financiación procedente de Ford entre 2012 y 2013. Obviamente habrá que ver si sin Qatar en 2014 pueden seguir igual, pero en muchos momentos de la temporada los Fiesta WRC parecieron estar en disposición de luchar por el triunfo al margen de las manos de Neuville.
Claro que si destacamos en este post a Evans, hay que hablar de Robert Kubica. Es muy fácil quedarse con sus dos accidentes con el DS3 WRC en Gales, pero el polaco ha hecho una gran temporada en WRC-2, por muchas dudas que pueda generar la superioridad de los RRC sobre los viejos S2000 y los aún demasiado nuevos R5. No olvidemos que en alguna ocasión se puso a echar carreras a los WRC de cola con algunos milímetros menos de brida y estoy seguro de que en 2014 algunas alegría dará.
Para cerrar el grupo de sorpresas quiero hacer mención a Pontus Tidemand. Que haya ganado el Mundial Junior no es una sorpresa propiamente dicha (más lo es el triunfo de Sébastien Chardonnet en WRC-3, a decir verdad), pero la suficiencia con la que lo hizo sí me sorprendió, especialmente cuando hace no tanto se dudaba de su capacidad de adaptación a los dos ruedas motrices tras echar ya carreras con World Rally Cars. Ahora habrá que ver si es capaz de hacer el camino inverso.