Una vez que desarrollas un motor y éste está probado y más que probado, lo lógico es sacar partido a la inversión. Ese es el simple pensamiento de Renault Sport que tres abandonar la Fórmula 1 como escudería decidió centrar todos sus esfuerzos en la fabricación de propulsores. Un negocio con el que consiguieron su mayores éxitos en la década de los 90.
Los buenos resultados cosechados en los dos últimos años gracias a su relación con Red Bull no han pasado desapercibidos. Lógicamente y a pesar de la salida del capital del equipo, Lotus Renault GP mantuvo los motores Renault mientras que por otro lado llegaron nuevos clientes: Team Lotus en 2011 y el año próximo Williams.
Incluso para la llegada de la cuarta escudería, Renault tuvo que pedir permiso a la FIA para no romper el equilibrio que existía hasta la fecha con tres escuderías propulsadas por cada fabricante de motores. No acaban ahí los esfuerzos de Renault. En palabras de Carlos Tavares, el objetivo de Renault es conseguir más clientes y tratar de conseguir acuerdos de larga duración con ellos, similares al firmado con Red Bull.
Vía | Autosport
