Una de las peores imágenes a las que puede asistir un piloto es la de presenciar como su coche va siendo poco a poco devorado por las llamas. Durante el pasado Rally de Nueva Zelanda, la sueca Ramona Karlsson tenía un percance y veía como su Mitsubishi Lancer Evo X era consumido pasto del fuego. Esta mañana, durante el Shakedown a punto estuvo de vivir una situación similar.
Tras muchos esfuerzos para volver a reunir el presupuesto necesario y comprar una nueva unidad del modelo japonés, Ramona se inscribía en el Rally de Alemania con el fin de realizar un buen resultado dentro del campeonato de producción frente a pilotos como Benito Guerra, Nicolás Fuchs o Kosciuzsko.
La piloto escandinava se salía recta en una curva de 90º. Sin ninguna consecuencia lograba dar marcha atrás, pero en la maniobra se salía a un pequeño campo. La vegetación ya seca se prendía fuego por las altas temperaturas del escape y de nuevo provocaba unos momentos de tensión de los que sin duda les costará recuperarse tanto a piloto como a copiloto.
