Hoy nos vamos a meter en un terreno árido, pero que a la vez los grandes aficionados a la Fórmula 1 agradecerán. En la Fórmula 1 los "inventos" están a la orden del día. Tanto los legales como los ilegales. En el caso de los primeros, normalmente los equipos están en continuo contacto con la FIA para que luego no se encuentren con la ilegalidad. En el caso de los segundos, los equipos juegan sus cartas. Para que eso no ocurra, en cada gran premio, los monoplazas son revisados exhaustivamente y así se descubren triquiñuelas como el segundo depósito de Honda de hace unos años.
En cada gran premio, cada monoplaza debe pasar una serie de inspecciones para comprobar que está bajo la normativa técnica de la Fórmula 1. Además de una gran inspección pre-gran premio comprobando que todo se ajusta a lo reglamentado, durante el mismo se realizan diversas comprobaciones para ver que nadie trata de engañar a la FIA, cosa que a veces consiguen. Vamos a tratar de desvelar cuales son todas esas inspecciones.
En primer lugar, una vez que los monoplazas han llegado al circuito, el jueves todos y cada uno de los coches son analizados para comprobar que los requerimientos de seguridad se cumplen. Además, si un nuevo piloto debuta durante ese gran premio, por ejemplo Fairuz Fauzy durante el Gran Premio de Malasia o, se comprueba que es capaz de salir del cockpit sin problemas.
En la jornada del viernes, después de la primera sesión de entrenamientos libres se revisa que ningún motor supera las 18.000 rpm y se analiza la presión del combustible. Además se toma una muestra de la gasolina de uno de los participantes, por sorteo.
Después de la segunda sesión de entrenamientos libres, dos monoplazas son requeridos para realizar un análisis más exhaustivo. Son pesados y se comprueban diferentes medidas mediante las diferentes galgas que tienen a su disposición los comisarios técnicos. Las altura y anchura de los alerones, su proyección, la configuración del alerón trasero, la altura total, la longitud total, el fondo plano, el pontón trasero.
Además se comprueba que los coches cuentan con marcha atrás, y que ésta funciona. Por último, se revisan todas las ruedas que han utilizado los pilotos durante la jornada de entrenos y se vuelve a tomar una muestra de gasolina de uno de los coches. Los análisis de la gasolina deben coincidir con las muestras en posesión de la FIA y que son entregadas antes de que de comienzo el gran premio.
En la jornada del sábado continúa el trabajo de los comisarios. Antes de la sesión de calificación, se comprueba que las relaciones de cambio seleccionada para el gran premio, se corresponden a algunas de las 30 configuraciones escogidas y presentadas durante el primer gran premio del año. Además, se examina el grosor de los discos de freno de todos los monoplazas.
Durante la calificación, tres monoplazas son sometidos al pesaje y a las mediciones que antes comentábamos y se toman muestras de gasolina. Lo mismo se hace con otros 10 monoplazas una vez terminada la sesión. Por lo que al final del día pocos serán los que se libren.
Aquí comienza la tarea gorda para comisarios e inspectores. Se comienzan a comprobar casi todos los parámetros que puedas imaginar. Confirmar los transponder, comprobar el perfil del alerón según el reglamento técnico, el control en el alerón delantero, las revoluciones máximas, la presión de gasolina, la configuración de la caja de cambios, la configuración de la suspensión tanto delantera como trasera, los neumáticos usados en la sesión, el mapa del par del motor, el sofware de la ECU...
Ya sabemos que durante el parque cerrado no se puede cambiar el set-up del coche pero sí que se pueden realizar otros trabajos. El fondo plano, los espejos retrovisores, la protección térmica de pontón trasero, sensores, el sistema de bebida del piloto, el airbox y una larga lista de elementos. Cambios menores que no afectan al comportamiento y prestaciones del coche. Esto durante el paque cerrado, pero incluso antes de la carrera se pueden hacer otro cambios menores si fuera necesario. Como pueden ser el cambio en la radio o el cambio en el asiento del piloto.
Por último, después de la carrera los monoplazas vuelven a ser sometidos a una larga lista de comprobaciones. Pesaje, mediciones, las ruedas, la gasolina...Nunca se sabe donde una escudería ha podido tratar de engañar al resto.
