Observad la imagen que encabeza esta noticia. Bien, pues ahora, cambiad completamente los colores de al menos tres de los integrantes de este podio, en concreto, de todos aquellos que no se encuentran mostrando su dedo en señal de victoria. ¿Cambiaría la historia actual? Detrás de la realidad que vivimos en estos momentos, con un Sebastian Vettel intratable a lomos de su imbatible RB9, hay muchísimas pequeñas decisiones que podrían haber cambiado el curso de los hechos, hoy os traemos tres ejemplos perfectos.
El primer de ellos nos obliga a situarnos a finales de la temporada 2007. Todos recordaréis la tensa relación que en esos momentos mantenía Fernando Alonso con su equipo, McLaren-Mercedes. El asturiano buscaba una vía de escape, una alternativa a seguir viviendo esa pesadilla que estaba teniendo con la escudería británica, pero sin posibilidades de fichar por Ferrari hasta 2010 debido a términos contractuales.
Finalmente prefirió regresar a su antigua casa, Renault, bajo el ala de uno de sus mayores apoyos en la Fórmula 1, Flavio Briatore. Sin embargo, Alonso tuvo otras opciones que a la larga condicionaron la situación actual y seguramente el palmarés del actual piloto de Ferrari. La mayoría ya sabréis que precisamente en aquel momento hubo contactos entre Red Bull y los representantes de Fernando en Madrid.
En aquel momento, la escudería con base en Milton Keynes quería a Alonso como compañero de equipo de Mark Webber, mientras que David Coulthard podía pasar a Toro Rosso. Por aquel entonces Red Bull ya poseía de un fuerte presupuesto (tal vez no tan abultado como ha sido estas últimas temporadas) y con la brillante cabeza de su diseñador estrella, Adrian Newey, al que se unirían algunos componentes de la escudería Renault (como Paul Monagham) que precisamente ya era el suministrador de motores de los hombres de Christian Horner. Un equipo que planeaba un futuro a medio plazo, con el objetivo de tener un monoplaza campeón para 2009, algo que se cumplió en manos de Sebastian Vettel.
La cosa no acaba ahí. El propio Newey ha reconocido en varias ocasiones que no está interesado en los cantos de sirena provenientes de Maranello, ya que tanto su familia como él están felices viviendo en el Reino Unido. Sin embargo, el técnico inglés ya fue tentado hace años por Ferrari, cuando según él sus hijos todavía estaban en la escuela. Por aquel entonces decidió seguir en las islas y parece que así seguirá mientras continúe en la Fórmula 1. Después del gran circo, parece que ya tiene proposiciones “indecentes” de Ben Ainslie para que le ayude a diseñar una embarcación para disputar la Copa America.
El tercero, pero no menos importante, no es Sebastian Vettel a pesar de las numerosas adulaciones recibidas por parte de los dirigentes de Ferrari. Se trata de Mark Webber, que este año se encuentra afrontando la que será su última temporada en el campeonato. El australiano tuvo la posibilidad de fichar por Ferrari para sustituir a Felipe Massa por dos años (2013 y 2014), incluso estuvo a punto de llamar a Dietrich Mateschitz para confirmarle su salida del equipo, sin embargo, antes del Gran Premio de Canadá decidió continuar una temporada más con Red Bull.
Ahora os toca a vosotros hacer algo de Fórmula 1 ficción y pensar lo que hubiera pasado si se hubieran producido estos movimientos y si el dominio de Sebastian Vettel se habría mantenido con Fernando Alonso, Adrian Newey y el tetracampeón más joven de la historia en Red Bull o Mark Webber en Ferrari.
