Me niego a asumir que el dichoso caso de espionaje vaya a desviar nuestra atención de uno de los Grandes Premios más esperados de los últimos 2 años (sí, sí, aunque parezca incomprensible, el año pasado no hubo carrera en Spa por "remodelaciones"). ¡Que mañana empiezan a rodar los monoplazas en Spa, el mejor circuito del mundo! ¡Y que hay un Mundial en juego!, que gracias a Dios se disputará sobre la pista. Las previsiones para Spa son de nubes, así que habrá que estar alerta este fin de semana con el tiempo.
Las carreras en Spa siempre son mágicas. Sorprendentes. Sobre todo por la incertidumbre en las condiciones meteorológicas, que pueden hacer que llueva en una parte del circuito y en la otra brille el sol. Y son este tipo de condiciones las que nos han dejado carreras para la historia. Es muy difícil destacar momentos puntuales de carreras en Spa. Son miles de momentos. Miles de adelantamientos. Miles de remontadas. Miles de duelos. Y puestos a recordar, me quedaré con dos carreras que fueron de esas que no se olvidan nunca: la de 1995 y la de 1998. Y me explico. La carrera de 1995 empezaba con una parrilla peculiar, pues los dos candidatos al título salían bastante retrasados (Michael Schumacher 16º, y Damon Hill 8º), debido a una sesión de clasificación en la que las condiciones habían sido "made in Spa". En la carrera también llovió, y ver el duelo entre Hill con ruedas de agua y un valiente Schumacher con slicks era sencillamente un regalo para los ojos. Hill se puso rápidamente a la estela de Michael, quien en una exhibición de control sobre el agua resistió los ataques del de Williams como si nada. Finalmente, la lógica se impuso, y Hill pasó a Schumi en Les Combes. Pero la lluvia cesó, y la pista empezó a secarse. Y entonces, Schumacher se pusó primero, y Hill cambió a slicks. Pero volvió a llover otra vez... Al final, la carrera la ganó Schumacher, pero la emoción estuvo presente en cada una de las vueltas.
Y la de 1998, todos la recordaremos por el espectacular accidente en la salida del Gran Premio, con más de media parrilla implicada. El vídeo es precisamente de esa salida. Las condiciones meteorológicas de ese Gran Premio fueron durísimas, y los accidentes se sucedían uno tras otro. Realmente, si parpadeabas te perdías algo, porque la realización no daba a basto. Y el momento del Gran Premio, a parte de esa salida, fue cuando el lider, Michel Schumacher, se empotró contra el McLaren de David Coulthard al doblarlo. Michael volvió a boxes a tres ruedas, y se fue a buscar al escocés a su box para recriminarle la acción. Como han cambiado los tiempos... Para el recuerdo siempre quedará que esa carrera fue la única que presenció un doblete de la desaparecida Jordan, con la victoria de Damon Hill secundado por Ralf Schumacher. Sólo acabaron 8 pilotos, 5 en la vuelta del líder.
¡Qué empiece el espectáculo ya, por favor!
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