Lo sé: ha pasado mucho tiempo desde mi último post. Tanto tiempo como el que llevamos sin notar ese gusanillo que vive en nuestro interior y que no para quieto de saber que cada bandera a cuadros no es más que el aviso de que en unos 15 días habrá otra carrera. Y sí, no ha habido bandera a cuadros, pero mi gusanillo empieza a pegar brincos sabedor de que nos quedan apenas unos días para volver a la emoción de una nueva temporada de Fórmula 1. Perdón: de una muy nueva temporada de Fórmula 1.
De hecho, si en estos cuatro eternos meses sin carreras me hubieran abducido unos extraterrestres y me hubieran soltado en Bahrein el 12 de marzo, probablemente supondría que, como en las pelis de marcianos, he estado fuera de este planeta unos cuantos años, porque la foto de inicio de esta temporada es muy diferente a la de final de la pasada. Pese a todo, se presenta una temporada de lo más emocionante (¿en alguna pretemporada se ha dicho lo contrario?).
De entrada, llegar al punto de partida con incógnitas por resolver siempre le da un morbillo especial al primer GP del año, y si de incógnitas se trata, este 2010 se lleva la palma en muchos aspectos. Entre los pocos test de pretemporada, los muchos de estos pocos días con condiciones climatológicas desastrosas, y un nada despreciable margen de unos 180 kg en los depósitos de los monoplazas, hacen que sacar conclusiones de esta pretemporada sea más peligroso que nunca. Pero lo intentaremos, por qué no.
Tener a cuatro Campeones del Mundo revueltos en una parrilla (con Fernando Alonso de rojo y el retorno de Michael Schumacher incluídos), y todos con coches que teóricamente deberían luchar por las victorias, es algo que no pasaba desde hace muuuucho tiempo. Por otra parte, la salsa de ver un buen puñado de equipos nuevos siempre es algo especial, porque nos dará una lucha por la parte trasera del pelotón que también se las traerá.
Mención aparte, ya que estamos con el asunto de los equipos nuevos, para el “acierto” de la FIA cuando designó los proyectos más solventes que merecían las tres restringidas plazas para el Mundial 2010. El primero de la lista, USF1, ha medio muerto, el segundo, Campos Meta, no conserva ni el nombre ni los dueños, y han llegado de chiripa y no con pocos problemas. Finalmente, Manor ya no es Manor, sino Virgin. Que cada uno saque sus conclusiones.
Otra cosa que no me gusta demasiado de esta temporada es que vuelven los pilotos de pago. Nunca me ha gustado la idea que alguien pudiera comprarse un asiento en la competición de referencia del automovilismo, pero este año hemos visto como en varias ocasiones la cuenta corriente de algunos pilotos has sido mucho más importante que su currículum. Es como si cualquiera pudiera ser el delantero centro del Barça simplemente con pagar una cifra importante. Impensable, vaya.
Pero en definitiva, creo que en conjunto tenemos encima del tapete unas muy buenas cartas para presenciar una verdadera partida a muerte hasta el final. El nuevo sistema de puntuación penalizará mucho el hecho de no estar en posiciones delanteras en una carrera, pero aunque sí es cierto que aparentemente la victoria valdrá mucho más que el segundo puesto, tampoco nos pensemos que la diferencia es abismal. 7 puntos entre primero y segundo en una base de 25 puntos por victoria, no es mucho más que 2 puntos de diferencia en una base de 10 puntos por victoria.
Para que nos entendamos, dos terceros siguen valiendo más que una victoria y un abandono. Ahora bien, un abandono se puede recuperar ahora con 4 victorias (suponiendo que el segundo siempre sea tu máximo rival, con 4 carreras le recuperas 28 puntos, por 25 que perdiste en el abandono si ganó él), mientras que hasta ahora costaba 5 victorias solamente igualar la pérdida de 10 puntos. Así que sí, puede que haya un mayor incentivo a la victoria, pero todavía sin poder perder la cabeza por conseguirla, excepto necesidad imperiosa de recuperar puntos, cosa en la que sí ganamos sustancialmente. No podremos descartar a gente de la lucha tan rápidamente.
También tenemos a la vista un nuevo cambio que afectará a las sesiones de calificación (y ya van unos cuantos en los últimos años). Pero de nuevo, el cambio es un tanto ficticio. Deberíamos estar muy contentos al saber que ya no habrá cargas de combustible de por medio, y por tanto, todos saldrán a romper el crono, a ser más rápidos que el resto. Como siempre había sido la lucha por la pole. Pero no, tenemos esa pequeña pero importantísima mancha de tener que empezar la carrera con las gomas que se haya clasificado en la Q3, por lo que los compromisos que se tenían que tomar el año pasado con el combustible, este año vendrán a la hora de escoger los neumáticos. Una pena, desde mi punto de vista, porque disfrutaba tanto con esas sesiones de velocidad pura y sin condicionantes deportivos…
Finalmente, y no por ello lo menos importante, sino todo lo contrario: ya no habrán repostajes. Eso tiene una cantidad de implicaciones que bien se merecerían un único post de unos cuantos párrafos, pero la idea general con la que tenemos que quedarnos es que las carreras no tendrán mucho que ver con lo que habíamos visto estos últimos años. Eso de tres minicarreras en una se acabó. Las estrategias serán diferentes, y seguramente mucho más “sobre la marcha” que hasta ahora, por lo que los cerebros del muro podrán sacarle mucho juego a este aspecto. Ahora habrá que cuidar muy bien las gomas, y contar con un consumo de combustible lo más contenido posible. Una cosa está clara: creo que nos divertiremos bastante.
Mañana y pasado seguiré desgranando desde mi punto de vista lo que nos espera en 2010, centrándome un poco más en equipos y pilotos.
