Muchas cosas se han dicho últimamente sobre el rendimiento de Mercedes Grand Prix. Hoy ha sido el turno de Ross Brawn, jefe de equipo, que ha declarado que su objetivo para Bahrain es ganar, aunque le gustaría que el equipo estuviera a un nivel superior.
Si hace dos semanas, Schumacher decía que Mercedes podría luchar por el mundial, hace pocos días el alemán revisaba su opinión, diciendo que el equipo no está para ganar. Aunque apenas un día después se volvía a corregir, diciendo que después de analizar la telemetría, se daba cuenta que el coche no estaba tan mal como le había parecido.
A estos elementos hay que sumarle el buen rendimiento demostrado por los tiempos de Nico y el propio Michael en Montmeló, y el hecho que van a estrenar difusor nuevo para el primer Gran Premio del año, en Bahrain. Por otro lado, también está la presión de Daimler, que les podría forzar aún más si cabe para ganar.
Hay que tener en cuenta que Mercedes cuenta con el que probablemente sea el mejor motor de Fórmula 1 de la actualidad, una pareja de pilotos de lujo y un gran jefe de equipo. Con todos estos ingredientes, creo que es seguro afirmar que desde Stuttgart se está jugando al despiste.
Vía | Autosport