McLaren ha sido una de las pocas escuderías que ha prescindido del horrible morro de pato en su monoplaza. Martin Whitmarsh lo dejó bien claro el mes pasado, el frontal convencional tiene sus ventajas. Por aquel entonces no creo que demasiados creyeran sus palabras, pero ayer, a la vista de los resultados, el de McLaren mal encaminado no iba. En Albert Park el McLaren MP4-27 demostró ser uno de los monoplazas más competitivos, sino el que más.
En el Gran Premio de Australia tan solo Red Bull osó hacerle sombra a la escudería de Woking, gracias, eso sí, a la salida del coche de seguridad cuando la carrera llegaba a su fin. Este hecho permitió a Sebastian Vettel auparse a la segunda plaza en detrimento de Lewis Hamilton. Algo similar pasó con Mark Webber y Fernando Alonso. La temporada ha empezado muy bien para McLaren a pesar de haberse desmarcado del resto en cuanto al diseño de su morro.
A medida que se fueron presentado las nuevas creaciones de los equipos, vimos como casi todas optaban por el morro escalonado. Las ventajas que reporta no están del todo claras a la vista de los acontecimientos. McLaren se convertía en la oveja negra del rebaño. Sus ingenieros se mostraban confiados de que el morro tradicional presentaba una serie de beneficios que el nuevo no aporta. Y así ha sido. Pole para Lewis Hamilton, y victoria y vuelta rápida en carrera para Jenson Button. ¿Alguien da más?
McLaren es de esas escuderías que se han caracterizado por estar siempre ahí. Han tenido malos arranques, está claro, pero han demostrado que saben evolucionar sus monoplazas como ninguna otra escudería. Si a ello le añadimos el buen arranque que han protagonizado en este 2012, han dejado bien claro que son uno de los favoritos para aspirar a ambos títulos, tanto al de pilotos como al de constructores.
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